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24.09.2009

Comienza a presentarse el IV Plan Diocesano

Ayer por la mañana en la casa de Espiritualidad de Begoña, comenzó a presentarse el IV Plan Diocesano de Evangelización (PDE) que inspirándose en la cita bíblica de Mateo “Brille vuestra luz” abarcará hasta el año 2013 con el objetivo fundamental de “revitalizar nuestras comunidades”. Este primer acto de presentación contó con la presencia de nuestro obispo diocesano, mons. Ricardo Blázquez y su auxiliar, mons. Mario Iceta. El vicario general Ángel Mari Unzueta hizo una completa exposición de las líneas generales a los asistentes.

La elaboración del Plan ha tratado en todo momento de mantener la más amplia participación  y se ha planteado que a partir de este momento resultará mucho más recomendable trabajar en red (curia, organismos, parroquias…). Del anterior plan quedan como logros obtenidos los pasos dados en la remodelación pastoral, en las eucaristías familiares o en la oferta de materiales didácticos. También las incipientes celebraciones con inmigrantes, iniciativas solidarias o colaboraciones con los centros de enseñanza.
 El plan ha partido de una aproximación a la realidad donde destacan rasgos como una mayor pluralidad cultural caracterizada por una progresiva secularización con un importante desarrollo de valores democráticos. Se intuye también una insatisfacción generada por un estilo de vida materialista y se observa un clima de sordera, cuando no de hostilidad, ante lo religioso.
 La crisis económica, sus causas y efectos han estado permanentemente en el punto de observación de este plan, fundamentalmente a través del aumento de las desigualdades y de la exclusión.  Esa desilusión percibida ante el actual sistema económico es semejante al hartazgo patente por la persistencia de ETA en su actividad terrorista y se demanda a la Iglesia una palabra propia en lo referente a la paz y a la reconciliación.
 En lo eclesial el panorama está dominado por una reconocida debilidad de la comunidad cristiana que es precisamente el objetivo del plan, buscando su revitalización ante una pérdida tanto cuantitativa (número) como cualitativa (vigor) y un notable descenso en la participación en las asambleas dominicales.