La conferencia está enmarcada dentro de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, en la que el papa Francisco, invitaba a seguir construyendo comunidades acogedoras, aquí y ahora, con el lema propuesto para este año: “AQUÍ construimos un futuro con migrantes y refugiados HEMEN ERAIKITZEN DUGU ETORKIZUNA MIGRATZAILE ETA ERREFUXIATUEKIN”.
«Construir el futuro con los migrantes y los refugiados -explica Marije Calvo, responsable del área de Migraciones de la Delegación de Caridad y Justicia- significa reconocer y valorar lo que cada uno de ellos puede aportar, es una oportunidad de crecimiento cultural y espiritual para todos y una riqueza a la apertura de la diversidad».
Retos y desafíos
Monseñor Santiago Agrelo, acercará desde su experiencia personal, a esta realidad de las personas migrantes y refugiadas. «Presentará retos y desafíos que tenemos que afrontar como sociedad y como Iglesia».
Santiago Agrelo Martínez, nació en Asados, municipio de Rianxo, en la provincia de A Coruña, en 1942. Fue ordenado presbítero el 13 de agosto de 1966. Impartió clases durante varios años y desde 1986 hasta el 2004 desempeñó el cargo de Secretario provincial de la Provincia Franciscana de Santiago y siguió dedicándose a la docencia.
En 1998 fue visitador general del Pontificio Ateneo Antoniano de Roma, del Estudio Bíblico de Jerusalén y del Instituto de Estudios Ecuménicos de Venecia. En 2001-2002 fue visitador general y presidente del Capítulo de la Provincia Franciscana de la Santa Fe de Colombia. Participó en la preparación de la edición del Diurnal en lengua gallega y de la edición del Leccionario en lengua gallega.
De 1998 a 2004 fue vicedirector del Centro Cultural Juan XXIII. En 2002 se incorporó al Centro de Atención Pastoral de Vega de Valcarce, en la diócesis de Astorga, como párroco y responsable de las actividades pastorales que desempeñan los párrocos integrados en mencionado CAP.
Arzobispo de Tánger
En 2007 fue nombrado arzobispo de Tánger por el Papa Benedicto XVI, “Cuando el Papa Benedicto me llamó a este ministerio en Tánger, -señalaba Mons. Agrelo– lo acepté confiadamente. Lo acepté con una súplica en el corazón al Dios de mi vida: ayúdame, Señor, a amar a tu Iglesia con el amor con que tú la amas, ayúdame a servirte en los pobres, ayúdame a ser fiel a tu santa voluntad”, precisó. Con ese nombramiento, Mons. Agrelo aseguraba que se sintió como “el patriarca Abrahán, que en la ancianidad había sido llamado a dejar casa y patria, y a ponerse en camino, llevando como único tesoro en el corazón las palabras de la promesa divina”.
Tras 12 años en el episcopado, el 24 de mayo de 2019 el Papa Francisco aceptó su renuncia por razones de edad. En su carta de despedida como obispo de Tanger, Mons, Agrelo dijo que era “más de agradecimiento” que de despedida y también se dirigía al “pueblo marroquí y las autoridades de este país que me han acogido durante estos doce años, me han tratado siempre con respeto, con cordialidad, con familiaridad, y me han permitido sentirme uno más en esta tierra bendecida por Dios”.
En una entrevista publicada recientemente Mons. Agrelo explica que en el tema de la emigración es “que no disponemos de información verídica. Lo que ocurre en nuestras fronteras, en Libia, entre Túnez e Italia, o entre Grecia y Turquía, es una información que siempre viene mediada por las instituciones. No existe una información directa desde las fronteras, algo que solicitan las ONGs desde hace mucho tiempo. Y si no existe información, no hay posibilidad de desmontar los mitos relativos a los inmigrantes».