“Nuevos ciudadanos, religiones y culturas” fue el título escogido por los ponentes para revisar un fenómeno que crece día a día en nuestra sociedad (en los dos últimos años se ha registrado un aumento del 40% de población inmigrante en el País Vasco) y como afirmó el director del IDTP Javier Oñate, “en cuyo adecuado tratamiento se juega el futuro nuestra sociedad y nuestra Iglesia”.
En el macroestudio elaborado el pasado año en el País Vasco por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, se obtuvieron varias conclusiones que Izaskun Sáez de la Fuente consideraba muy importantes a la hora de realizar un retrato de la sociedad vasca ante este fenómeno. Así, la ponente destacó que “hay una sobreestimación del número real de inmigrantes residentes en la Comunidad Autónoma, así como una preocupación por la seguridad ciudadana. Por otro lado, también se observa una visión positiva del inmigrante desde la perspectiva económica, cultural y religiosa”
Estos datos generales, fueron los que llevaron al IDTP y a la fundación EDE a organizar el seminario sobre multiculturalidad, tarea que ambos ponentes calificaron de ardua. “Para acercarnos a los problemas e inquietudes de los inmigrantes en nuestro territorio realizamos entrevistas personales con ellos tras las cuales obtuvimos algunas conclusiones, pero teníamos muchos factores en nuestra contra”, aseguró Izaskun. Los factores de los que hablaban los ponentes eran por ejemplo el idioma, o tratar de ser “políticamente correctos” en sus respuestas.
Punto de vista antropológico
Pedro Marcos analizó la inmigración en el marco de la sociedad en la que nos encontramos, asegurando que “el llamado choque de civilizaciones es en realidad un conflicto entre dos formas de entender la religión”. El filósofo enfrentó así el individuo frente al grupo o la razón ante la Fe y explicó los límites que se podrían imponer al diálogo entre culturas. “Podemos comenzar por los derechos religiosos pasando por la tolerancia y poniendo el punto máximo en los derechos fundamentales, este es el límite insalvable”. Por eso, el ponente abogó por un diálogo abierto a toda la ciudadanía como medio para llegar a comprender mejor este fenómeno.
Al término de las explicaciones numéricas y antropológicas, Izaskun Sáez de la Fuente y Pedro Marcos se centraron en las conclusiones del estudio realizado. En el caso del País Vasco, hay una complejidad añadida en el tema de la inmigración ya que aunque el volumen total de inmigrantes no es demasiado grande, sí lo es el ritmo de crecimiento. Por otro lado, la media de edad de la población extranjera está comprendida entre los 25 y 44 años, un grupo considerado “potencialmente activo”, lo cual supone un impacto en la economía. Por último, ambos ponentes destacaron el patente pluralismo religioso y cultural que supone el aumento de la población inmigrante, puntualizando la importancia de que este pluralismo se materialice en un diálogo multicultural y multireligioso.