Las cifras son aterradoras: 6 millones de niños menores de 5 años mueren cada año en el mundo por falta de alimentos; 180 millones de niños menores de 10 años padecen de desnutrición; 14 millones de menores, a finales del 2001, eran huérfanos a causa del VIH/SIDA; Un millón ochocientos mil niños mueren cada año a causa de la diarrea por falta de acceso a agua potable. En materia de educación 130 millones de niños no van a la escuela.
Las guerras han dejado un millón de huérfanos en la última década. Hay 600.000 niños soldado y 10.000 pequeños mueren cada año por las minas terrestres. 250 millones de niños entre los 5 y los 14 años están sometidos a la esclavitud laboral. En los países del sur, estos niños trabajan como esclavos en fábricas de alfombras, juguetes, ropa y equipamiento deportivo de conocidas marcas. El sur de Asia presenta los peores índices de explotación laboral infantil con más de 100 millones de menores en esta situación.
La mitad de los pobres del mundo son niños; 100 millones son “niños de la calle”, que malviven de lo que mendigan, roban o encuentran en la basura. Un millón de menores (principalmente niñas) caen anualmente en las redes del comercio sexual.
Procedentes de donativos de todo el mundo el año 2005 la Infancia Misionera ha aportado 21.658.607 euros. España contribuyó con 10.408.569,82 euros (48,05% del total mundial). Con ello se están atendido proyectos de todo el mundo, especialmente en África, Asia y América Latina. La Iglesia recomienda que se celebre una Jornada anual para recordar e incentivar a las comunidades eclesiales a asumir el sentido y finalidad de la Obra de la Infancia Misionera. El lema de este año es: “Ponte en camino… eres misionero” hace referencia a los pies del mensajero que anuncia la Buena Noticia. La vocación misionera implica ponerse en camino para “pasar a la otra orilla”, e ir al encuentro del otro para mostrarle con el testimonio y la palabra el amor de Dios.
26.01.2007
El domingo, Jornada de la Infancia Misionera bajo el lema «Ponte en camino…»
Este domingo, 28 de enero, se celebra la jornada de la infancia misionera con el fin de suscitar en los niños el deseo de ayudar a otros niños con la oración y la colaboración económica. Con ello se crea una gran red solidaria, humana y espiritual entre los niños de los países más ricos y los de aquellos que están en vías de desarrollo. La Infancia Misionera tiene su origen en la necesidad que sintió en 1843 Monseñor Forbin Janson de impulsar en el seno de la naciente Obra de la Propagación de la Fe la formación misionera de los niños, a fin de que estos se inicien en el compromiso de ayudar a los otros niños más necesitados. Las ofrendas de los niños se utilizan cada año para ayudar, con “subsidios” ordinarios y extraordinarios, a unos 4.000 proyectos, fundamentalmente contra el hambre, las carencias educativas, las necesidades derivadas de las guerras y el abandono familiar y social.