Tras la celebración, los jóvenes llevarán la «Luz de la Paz de Belén» a sus parroquias, comunidades, residencias de personas mayores, escuelas y otros espacios de sus entornos.
El lema de este año «Luz para iluminar las naciones» invita a la reflexión profunda sobre el papel de los jóvenes como agentes de paz y de concordia en los tiempos actuales. «Desde Euskalerriko Eskautak Bizkaia -señalan- creemos que tenemos en nuestra mano la labor de llevar la luz a nuestro entorno y gracias a esa conciencia, el último año hemos puesto en marcha numerosos proyectos de cambio sociuak en nuestros barrios y pueblos, por toda la Diócesis».
Desde Belén
Cada año, una niña o niño austriaco recoge la Luz en la cueva del Nacimiento de Jesús, en Belén (Cisjordania), actualmente una de las zonas más conflictivas del planeta. Así se viene haciendo desde 1986. De ahí la luz parte en dirección a Viena, punto al que acuden cientos de eskauts europeos. Ellas y ellos son los encargados de llevar la Luz y trasladar su mensaje por sus respectivos países, generando una red de cooperación y educación por la paz «pilar en el que se basa el escultismo».