El templo se ha llenado por completo para acompañar a Txomin y Jaime en este día tan importante en sus vidas. En la Eucaristía han participado familiares, amistades y una amplia representación de las zonas en las que Txomin y Jaime han estado estos años. Más de medio centenar de presbíteros, religiosos y diáconos, han celebrado junto al obispo. El rito inicial ha dado paso a la liturgia de la palabra y el rector del seminario, Aitor Uribelarrea, ha realizado la presentación de los candidatos al Obispo.
Complementariedad de capacidades, sensibilidades y aptitudes
Mons. Segura, en su homilía, ha hablado de la relación particular que el obispo tiene con sus presbíteros. “En ese colegio que le acompaña en su responsabilidad, existe una complementariedad de capacidades, de sensibilidades y de aptitudes, que es fuente de enorme riqueza para el ministerio episcopal. Dicho en los términos de las lecturas de hoy: el Espíritu se extiende y se comparte con otros. Y en esos otros, se torna en capacidades y frutos complementarios”. Para el obispo, el problema no es nunca la diferencia de estilos o de maneras de actuar o incluso los subrayados en el creer. “El problema, cuando existe, -ha afirmado- es la falta de comunión que resulta de minusvalorar el aporte del diferente, subrayando sus errores, sus inconsistencias, sus debilidades, sin verlos en uno mismo”.
Durante su intervención, Mons. Segura también se ha referido a la diversidad. “Hoy ordenamos a estos dos diáconos que llegan a nuestro presbiterio para enriquecer esa comunión de un modo particular. En nuestro ministerio ordenado -ha señalado- los tenemos con una gran variedad de colores y sabores. Como tiene que ser».
«Algunos por nuestro carácter o complejidad ilustramos bien la realidad de ese pecado original, que creemos que nos afecta desde el nacimiento». Otros, de naturaleza más bondadosa, «prueban nuestra fe, en que efectivamente nadie está libre de culpa. Unos definitivamente más taimados, otros más confiados. Unos más estrategas, otros más cándidos. Hoy los candidatos que tenemos delante, han sido llamados entre los de este último grupo. Y aquí están, serenos, dispuestos a asumir este ministerio de gracia para adentrarse en los mares tempestuosos del servicio presbiteral en nuestra Iglesia. En este contexto social, convencidos de que la llamada de Dios no nos deja nunca solos, pero tampoco nos pone las cosas fáciles».
La madre y el hijo
«Quiero centrar un momento mi reflexión en el mandato que Jesús les da a los once ‘Permaneced en mi como yo permanezco en vosotros. Vive tu en mi para que yo pueda vivir en ti. Esta es para Juan una expresión particularmente querida, incluso preciosa. Refleja ciertamente un deseo de comunión de todos los que seguimos a Jesús».
El obispo ha explorado en la comunión a partir de la imagen de la unión de la madre y el hijo en el seno de María. “Durante nueve meses, el hijo de Dios vivió en el cuerpo de una adolescente judía, se alimentó de su sangre y allí se fue desarrollando hasta poder nacer. Jesús vivió literalmente en y gracias al cuerpo de María, en y gracias a la vida de María”. Ha afirmado que María es grande, sobre todo por la fe que surge incluso antes de esa comunión fisiológica “por la profunda comunión con Dios desde el primer momento”. Ella, creyó desde el primer momento en la verdad de la llamada recibida, “como vosotros Jaime y Txomin creéis hoy en la vuestra”.
Ministerio
Dirigiéndose a Txomin y Jaime les ha dicho que ahora el seminario se acaba y llega el momento de abrirse “a la complejidad del ministerio”, sustituyendo unos vínculos profundos por otros nuevos. “Con gente diferente que os va a enriquecer y a los que vais a enriquecer». Y que Cristo ha estado y va a seguir con ellos, «pero de un modo nuevo: ahora como maestro de sacerdocio que sirve a la comunidad, a gente concreta, en ese sacerdocio único que vais a compartir con Él».
Les ha pedido que encuentren y transmitan a Cristo en la Eucaristía. “Sed capaces de reconocerlo y hacerlo ver. Buscadlo asiduamente en los pobres. No os olvidéis nunca de la pobreza de Cristo. En la necesidad, en el desamparo le encontraréis siempre porque allí está el antes que nosotros, esperando a quien quiera y pueda ser quiera ser instrumento de consuelo ate tanta necesidad y tanto sufrimiento”.
Al presbiterio de Bizkaia le pide que acompañe a estos hermanos a crecer en su ministerio. “Que se sientan acogidos, no solo en este día, sino todos los días, en una comunidad que es más grande que nosotros porque es la del mismo Cristo”. A las laicas y laicos de las comunidades en las que van a servir estos hermanos, les pide que valoren el ministerio de estos hermanos; «acompañad con paciencia y comprensión las limitaciones que podáis encontrar. Dejadles espacio para que puedan encontrar su propio estilo y hacer el aporte específico que Dios les pide. Nadie nace cura. Esto que hoy germina con fuerza, puede crecer mucho con vuestro afecto y comprensión”. Homilía completa: aquí
“No dejéis de rezar por nosotros”
Txomin Alonso lleva dos años de servicio pastoral en Gernikaldea y, a partir del curso que viene, estará en Ermua. Jaime Pizarro, por su parte, ha pasado este curso en Basauri y desde septiembre, realizará su servicio pastoral, en Sestao.
Antes de finalizar la Eucaristía, Jaime ha leído un texto en nombre de los dos nuevos presbíteros. Ha comenzado dando gracias a Dios “que pensó, nos propuso y nos acompaña en esta aventura vocacional. Sin Él todo lo que hemos celebrado hoy no tendría sentido, y por eso hemos escogido el lema de ´Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante´”.
Han pedido a la comunidad cristiana que no deje de rezar por ellos “para que correspondamos, en la medida de lo posible, a todo esto, que hoy hemos recibido. También queremos dar gracias a toda la Iglesia, a la comunidad cristiana con la que caminamos, porque en ella hemos sido acompañados por Dios y hemos recibido la ayuda para crecer, encontrarnos con Cristo y unirnos a Él”.
Se han referido a la carta Pastoral de Cuaresma Pascua del Obispo “tal y como indicaba, -han señalado- queremos, desde el ministerio presbiteral, caminar junto a las personas de la comunidad cuidándonos mutuamente, y fortalecer los lazos de afecto mutuo que hacen a una sociedad verdaderamente humana”. Además, cómo plantea el Documento Preparatorio del Sínodo, “favorecer que en las comunidades y en las personas germinen sueños a la vez que estimulamos la confianza”, viviendo y favoreciendo la opción preferencial por los pobres desde el samaritanismo completo.
La celebración ha concluido con un largo aplauso a ambos que han agradecido a quienes les han acompañado en este camino: “Nos seguimos viendo en el camino y la verdad y la vida”.