Durante la jornada, que tuvo lugar el pasado 30 de diciembre, unos 40 jóvenes establecieron un diálogo y compartieron experiencias. Miguel Ángel Esnaola, delegado para el diálogo interreligioso de la Diócesis de Bilbao, resalta que el encuentro se estableció «a partir del reconocimiento de los fundamentos comunes a las dos tradiciones abrahámicas, el Islam y el Cristianismo: la Unidad de Dios, la necesidad de Su amor y la necesidad del amor al prójimo». Al mismo tiempo, «las diferencias se reconocen como riqueza cuando prima el principio del amor», destaca.
Una tarde para compartir, todo un año para convivir
Finalizando el año, este encuentro interreligioso de jóvenes supuso un «compromiso para seguir promoviendo iniciativas conjuntas», que contribuyan a una coexistencia pacífica y enriquecedora, con algunas implicaciones prácticas de conocimiento mutuo y compromiso social.
A modo de ver de los organizadores, es fundamental «hacer todo lo posible para expresar que las religiones no quieren la violencia, sino que buscan ser elementos de paz, amistad y fraternidad entre todos los seres humanos».