En referencia al lema de este año “Generar esperanza”, el responsable diocesano del secretariado para los monasterios de clausura, Ernesto Díaz, señala que esto es precisamente la vida contemplativa monástica: “generadora de esperanza”. Dice que las religiosas y religiosos son “existencia profética, como fueron los profetas en Israel, para toda persona que se interroga sobre el sentido de la vida, del sufrimiento, de la esperanza, con su presencia y manifestación en medio de nuestras comunidades, de nuestro pueblo, de nuestra Diócesis y en medio de nuestro mundo”.
Para Bilbao, ser contemplativo monástico significa estar unido a la humanidad, “a tí y a mí, en todos los momentos de nuestra vida, participar en toda nuestra existencia, por la comunión de los santos”.
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