Desde que ayer por la tarde se publicó en redes la noticia en torno al fallecimiento de Johnny Vargas, se han sucedido las muestras de condolencia de la feligresía. Y es que Johnny ha sido una persona muy querida en todos los lugares en los que ha llevado a cabo su tarea pastoral.
Hoy tendrá lugar el funeral a las 10:00 h. hora local, en Guayaquil y el próximo 10 de septiembre se celebrará una eucaristía en su memoria en la parroquia de Cruces, Inmaculado Corazón de María, a las 12:00h. La presidirá el obispo de Bilbao, Mons. Segura.
Nacido en Santiago de Guayaquil (Ecuador), ha sido el mayor de tres hermanos. Inició su caminar en la fe con los misioneros del Verbo Divino y tras realizar los primeros votos con ellos, le enviaron a estudiar teología a Bogotá. Cuando finalizó su formación en Colombia, vino a la Universidad de Deusto a realizar la licenciatura en Teología. Era el año 2007.
Vinculación a la parroquia San Francisco Javier
En cuanto llegó a Bizkaia buscó una referencia religiosa y pastoral. Conoció al misionero Juan Mari Bautista, quien actualmente se encuentra en Ecuador. En la parroquia en la que estaba, se celebraba una misa con el colectivo inmigrante, principalmente latinoamericano. Johnny se vinculó al instante a la comunidad. Ingresó en el seminario diocesano con 31 años. Manifestaba en una entrevista realizada por la revista Alkarren Barri-Comunicación que no le costó nada entrar, «porque dentro de mi proyecto de vida, seguía latente mi opción vocacional».
Ha sido un hombre con mucha personalidad, de gran fe y amplitud de miras. Vivía muy de cerca las alegrías y las penas de la comunidad latinoamericana. Les acompañaba en el desarrollo de su fe y en su vida comunitaria y humana. (Rafael Sáez, ex Rector del Seminario)
Johnny se ordenó en Bilbao el 15 de junio del 2014. Manifestaba su deseo de «hacer todo en comunidad». Y así ha sido hasta que nos ha dejado.
Una persona sensible a la comunicación
Su especial sensibilidad para la comunicación supuso que fuese un buen «corresponsal» y un gran transmisor de información, desde donde estuviera en cada momento. En Bilbao, Galdakao, Rekaldeberri o en la zona minera.
Pobeña, Muskiz, Cruces o Zorroza son otros lugares donde ha dedicado buena parte de su labor pastoral en la Diócesis. Últimamente acompañaba también al grupo de los cursillos de cristiandad, quienes lamentan profundamente su fallecimiento.
Johnny ha sido siempre un hombre entregado a quien le ha necesitado. Una persona de profunda oración. Se levantaba a las 5 y media para rezar, de gran actividad evangelizadora y comunitaria. La misa latina y la atención a la comunidad latinoamericana han sido una de sus labores evangelizadoras junto con las parroquias en las que ha ejercido. Se nos ha ido un amigo, un hermano y un sacerdote de los pies a la cabeza. (Jesús Llarena, compañero en el Seminario)
Participaba en las actividades del área de Migraciones, en la Delegación de Caridad y Justicia y en los grupos Interculturales, o en la Cofradía de la Hermandad de los Cruzados Eucarísticos, de la que era consiliario desde hace poco más de un año.
Todas sus encomiendas las realizó con gran dedicación y siempre se ocupó de enviar puntual información de sus jornadas. La última vez, hace algunas semanas con las crónicas de varias actividades del fin de curso de la UP Entre Ríos Errekarte, donde era moderador pastoral y de la celebración de la última misa Latinoamericana del curso.
La misa Latinoamericana fue una de sus «joyas», al igual que la coordinación y el acompañamiento de las celebraciones de la comunidad latinoamericana a lo largo del año. Esa comunidad, con motivo de la Virgen del Cisne, convoca a una Eucaristía en memoria de Johnny Vargas el próximo domingo, 14 de agosto, a las 13:00 h., en la iglesia de San Luis Beltrán, de Bilbao.
Nos cruzamos en el camino en el encuentro con las personas migrantes ya hace algunos años y últimamente en el equipo de Pastoral de Migraciones. Johnny se destacaba por su disponibilidad y entrega a las comunidades latinoamericanas, siempre disponible y posibilitando el encuentro entre todas las personas. Siempre buscaba la unión y la acogida, para que poco a poco se fuera incorporando a las comunidades y Unidades Pastorales. Así lo expresaba mes a mes en la eucaristía de la comunidad latinoamericana. Su amplia sonrisa nos hablaba de su gran corazón. (Marije Calvo, responsable de Pastoral de Migraciones)
Goian bego!