Desde la organización del encuentro afirman que se han cumplido las expectativas de “nutrir nuestra espiritualidad, crear interconexiones entre el laicado e ir tejiendo interrelaciones entre las diversas áreas de misión del Instituto”.
Durante los días en los que se ha desarrollado el encuentro han tenido la oportunidad de compartir la realidad de cada uno de los países de procedencia de las personas participantes y “cómo se vive el Carisma” de las Mercedarias Misioneras de Berriz en cada lugar. Por otra parte, han podido profundizar en cuestiones relativas a la misión que comparten por medio de un taller dirigido por el religioso de La Salle, Antonio Botana. Para finalizar las jornadas han contado con el acompañamiento de la Hermana Ana Isabel Gonzales, quien les ha permitido “entender y experimentar nuestro sentido de familia y nuestra misión de ser anuncio, testimonio y servicio”.
Retos
El grupo que ha participado en el encuentro internacional ha planificado los próximos pasos centrados en “crecer en identidad y sentido de la familia” y en “fortalecer el compromiso para mejorar este mundo globalizado, roto, excluyente, con poca práctica de valores y conciencia ecológica”, todo desde la experiencia de “Cristo Liberador”.