Ezkurdia, actualmente estaba jubilado y residía en Romo, donde pasó gran parte de su vida. Licenciado en Sociología, en Roma y Bachiller en Teología, en Vitoria, tras su ordenación en el año 1954 fue destinado a Gallarta como coadjutor y también fue capellán del colegio de la Compasión de Erandio. Su paso por Gallarta dejó una profunda huella en su vida y allí desarrolló la gran conciencia social que le ha acompañado hasta el final.
Parque Alberto Ezkurdia
Él también dejó una importante huella en esa zona. En 2014, el ayuntamiento de Abanto le dedicó un parque urbano: El parque “Alberto Ezkurdia” se encuentra entre el parque industrial Abra, la línea férrea de Renfe y el campo de fútbol Federico Valbuena. Durante su etapa en Gallarta, llevó a cabo numerosas actividades sociales, culturales y recreativas, y creó, entre otros, el grupo de danzas vascas mixto Aldatz Gora, un orfeón mixto, un grupo de montaña y el periódico bimensual Gallarta. Su nombre para el parque resultó elegido por una amplia mayoría de los vecinos y vecinas de la localidad que tomaron parte en la votación final para elegir la denominación de ese emplazamiento.
Romo
Tras su paso por la zona minera estuvo unos años estudiando en Roma y a su regreso fue destinado a Romo donde trabajó y vivió varias décadas hasta su fallecimiento.
Quienes le han conocido de cerca definen a Ezkurdia como una persona de trato muy amable y muy comprometida con la parroquia y con la gente. El profesor de religión y ex misionero, Julio Cuadra, que pertenece a la comunidad de Romo y durante muchos años ha tenido mucha relación con Ezkurdia, destaca de él su conciencia social, así como la gran participación que otorgó al laicado. Para Alberto –dice Cuadra- “su paso por Gallarta supuso un despertar’”. También resalta que fue un gran impulsor de grupos de Biblia, algunos de los cuales aún permanecen en activo y del movimiento misionero en Romo, apoyando proyectos en R.D. Congo, a pesar de no haber estado nunca allí.
