El del domingo será un paso importante en el proceso vocacional de Imanol, que hace unos días explicaba en la revista diocesana “Comunicación/Alkarren Barri” que el sentimiento que le invade es el de gratitud “al Señor en primer lugar, por el regalo de la vocación que me ha hecho y por las personas que ha puesto en mi camino y también a esas personas con las que me he encontrado en la tarea de colaborar en hacer presente el Reino de Dios”.
Imanol dice que tiene una sensación de paz y alegría ilusionada al ver que este paso genera en otros felicidad expresa y manifiesta. También reconoce que aparece el vértigo contenido de la responsabilidad “aunque animado por la confianza de saber que en la vida y en la tarea no estamos solos pues el Señor es quien lleva la nave con mano firme y misericordiosa. Al tiempo, lo que la dicha supone, tras el periodo de discernimiento en el Seminario siempre acompañado por los formadores y los hermanos para alcanzar a comprender en toda su dimensión lo que significa no dar sino darse”.