Al ser cuestionado sobre el eco que ha tenido el nombramiento en su entorno reconoce que como ha tenido bastante repercusión en los medios, también ha tenido ”muchas llamadas, muchos mensajes, gente que se ha alegrado, gente que me ha felicitado. No sé si hay motivo para felicitarme pero, en todo caso, ya estoy hecho a la idea de que a partir de septiembre toca vivir esta responsabilidad y se trata de hacerlo lo mejor posible”.
Quiere hacerlo “con mucho dialogo con gente muy valiosa que hay aquí e intentando de alguna forma construir mi percepción sobre la situación y sobre en qué dirección remar, por supuesto en ese diálogo con mucha gente y por supuesto con el Obispo, porque el vicario general es vicario del obispo”.
¿Ha cambiado el Joseba que marchó y el actual?
Mucho, porque la psicología de la gente de Latinoamérica te ayuda a desarrollarte en aspectos de comunicación, de emociones, etc… ya que nuestra cultura es más sosegada en todo eso. Y, de algún modo, allí te abres a un tipo de relación que es como más personal, como más emotiva y en ese sentido te abres con más facilidad el mundo de tus sentimientos, de tus percepciones no solo intelectuales, sino también vitales. Eso por un lado, por otro, me ha tocado también bastantes responsabilidades de gestión. Esas dos cosas han sido las más importantes en lo que se refiere a mí. En lo que se refiere a mi vida como cura, pues no tiene nada que ver estar aquí o allí, porque allí la gente valora muchísimo la dimensión religiosa y uno viene aquí y se encuentra con que es mucho más débil. Uno viene con la idea y con la sensación de que el mundo es mucho más grande de lo que cabe en la cabeza de los vascos.
Párroco de Otxarkoaga y con una situación complicada
La situación del matrimonio asesinado de una forma tan brutal es una experiencia que aquí no se había visto. Puede ser muy común en zonas de Latinoamérica como Colombia … , pero aquí no es habitual que dos chavales de 14 años se ensañen con esa violencia, no es normal. Ha sido una oportunidad de tomar la iniciativa, de acompañar a la familia, de contactar con muchas personas, instituciones y organizaciones que están trabajando con el mundo de los jóvenes y hablar con ellos, y ver cómo viven esta situación y de acercarme al mundo de los gitanos, que es una realidad importante, encontrarme con pastores, con líderes, empezar a charlar con ellos. Conocer ese mundo que yo sabía que estaba ahí, pero al que no había tenido la oportunidad de acercarme.
Retos
Estos meses, sin mucho programar, voy a aprovechar todas las oportunidades que tenga de hablar con mucha gente y de escuchar cómo ven la situación y de escuchar por dónde creen que había que hacer las apuestas y si fuera necesario algún tipo de cambio, por dónde tendría que ir. Porque yo estoy un poco preocupado por ello, porque detrás de ese apoyo, me imagino que hay también una expectativa y ver si voy a ser capaz de responder a esa expectativa. Por un lado, eso me responsabiliza, por otro lado, aquí no se hace nada porque alguien lo decida, sino porque todo es un encuentro y una búsqueda de muchas personas y unos consensos que se van creando de una relación. Eso es lo que voy a hacer, reunirme con gente, charlar aquí y allí y ver si poco a poco tengo un poco más de claridad respecto a qué propuestas o qué apuestas se podrían proponer.
03.04.2018
Joseba Segura: “Estos meses quiero dialogar y escuchar a la gente»
Tras la primera “sorpresa grande”, tras su designación, hemos charlado con Joseba Segura Etxezarraga, próximo vicario general de la Diócesis de Bilbao a partir del mes de septiembre, que sucederá en el cargo a Ángel Mª Unzueta Zamalloa. “Yo sí suponía que alguna persona me iba a votar, -dice Segura- pero no creía que iba a tener este apoyo”. Explica que al haber llegado hace unos meses, tras permanecer 12 años como misionero en Ecuador, “había otras personas con más capacidades que yo, con más conocimiento de la situación, pero ahora me toca asumir esto y vamos a ver cómo se puede llevar adelante”.