Apollinaire Cibaka, sacerdote de 42 años, a quien le será entregada hoy la talla de la virgen, es profesor en el Seminario de Mbujimayi, capital de Ciyamba, en el Kasai Oriental, vino a Euskadi hace años para hacer su tesis doctoral en Teología y desde entonces mantiene una relación estrecha y permanente con nuestra tierra e instituciones.
El pasado mes de mayo, con motivo de la visita que el periodista y escritor vasco Julio Flor y la productora gipuzkoana DIGITALAK hicieron a la zona para realizar un documental sobre los proyectos impulsados por el Ejecutivo Autónomo, varias tribus manifestaron su deseo de poner el nombre de Cibaka a una iglesia que estaban construyendo.
En un país en el que imperan la corrupción, la guerra, el tráfico de diamantes y de otras materias primas, los jefes de tribus y de clanes de Ngandanjika querían agradecer a Cibaka sus desvelos, el ingente trabajo que está llevando a cabo para favorecer el desarrollo de aquellas gentes. Cibaka les dijo que él no era merecedor de tal nombramiento pero que les propondría un nombre, que trataría de conseguir una virgen a la que adorar y rogar por un futuro mejor, mas saludable y de bienestar para todos.
Fue así como, a través de una visita de periodistas vascos al interior del Congo y gracias al cordón umbilical que Cibaka Cikongo mantiene con Euskadi, surgió la idea de esta donación de la Amatxu de Begoña. Su llegada al Congo será celebrada con alegría y esperanza por quienes aislados del bienestar y la modernidad, sin saber de geografía y otros mundos, conocen la solidaridad de nuestro viejo y pequeño país.
23.07.2009
La basílica de Begoña dona una imagen de la Virgen a una parroquia de El Congo
El rector del santuario de Begoña, Jesús Garitaonandia, entregará, hoy al mediodía, al sacerdote Apollinaire Cibaka Kikongo, una talla de la Virgen que él mismo trasladará a la Republica Democrática del Congo, concretamente a Ciyamba, en el Kasai Oriental. Allí, la Amatxu de Begoña será venerada por tribus, por miles de humildes personas que conocen la existencia del País Vasco no a través de mapas, que no han visto nunca, sino a través de la solidaridad, de los proyectos de cooperación al desarrollo impulsados por el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Bilbao para mejorar la educación y la sanidad en ese rincón de África.