Con una oración y verso acogedor, Maite Valdivieso, responsable de Pastoral Obrera de la diócesis de Bilbao inició los cursos de verano de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). El 4 y 5 de agosto, invitó a «vivir una espiritualidad profunda: orar, guardar silencio, acoger la fragilidad y dejarse transformar por el Espíritu«. Propuso recordar con gratitud el compromiso obrero, «reconocer las sombras para iluminarlas con la luz del Reino, y soñar juntos una sociedad más humana». Desde Bilbao a Canarias, de Córdoba a Cataluña, los participantes trajeron historias y esperanzas. Como comunidad que cuida y teje fraternidad, la HOAC reafirmó su misión de «acompañar la vida, encarnar el Evangelio y compartir pan y esperanza en el mundo obrero».

Imanol Zubero, desde su mirada de sociólogo
El sociólogo vasco analizó cinco grandes vulnerabilidades del mundo del trabajo. Propuso afrontarlas desde nuevas sensibilidades sociales, políticas y éticas, con claves ecofeministas, antirracistas y de justicia social. Animó a “escuchar a quienes más sufren estas vulnerabilidades”, porque “desde ahí, pueden nacer respuestas transformadoras”.
Los cambios que se están produciendo en el trabajo están generando una oleada de nuevas vulnerabilidades que “no podemos afrontar desde la resignación o la mera adaptación técnica”, planteó Zubero.
El jueves 7 tuvo lugar la eucaristía en la Catedral de La Almudena.
Al concluir la eucaristía, más de 200 personas participantes en los cursos de verano realizaron un gesto público de denuncia en la plaza anexa. El acto, concebido como una acción simbólica, visibilizó las nuevas vulnerabilidades y propuso, desde una espiritualidad encarnada y transformadora, cinco respuestas urgentes para afrontarlas.
José Luis Iglesias, dirigió el retiro
Los cursos de verano de la HOAC concluyeron con el retiro dirigido por el presbítero de la diócesis de Bilbao Pepelu Iglesias los días 9 y 10 de agosto.
El consiliario de la HOAC reflexionó sobre “cuidar la mística desde la vulnerabilidad” como base de compromiso personal y comunitario. Desde la oración y la vida cotidiana hasta la acción social y política, destacó «una espiritualidad encarnada, obrera y militante que transforma y defiende la dignidad humana», relata Begoña Cerrato, la responsable de comunicación.
El consiliario Iglesias realizó cuatro propuestas a los 200 participantes en los cursos: «cuidar la mística hoacista desde la vulnerabilidad; mística en la vida cotidiana; mística arraigada en el compromiso social y político y ser contemplativos en la acción».
Conclusiones
La asociación de trabajadores cristianos, tras sus cursos de verano 2025 en Madrid, asume cinco sensibilidades —crítica, ecológica, feminista, intercultural y social— para combatir la precariedad laboral.