El año pasado, se tuvieron que suspender las Pascuas juveniles, porque la situación sanitaria así lo requería. Este año se han celebrado de una manera diferente: respetando todas las medidas sanitarias y sin pernocta. A pesar de ello, en todos los lugares se han vivido días intensos.
El monitorado y los jóvenes de Iniciación Cristiana, grupos eskautak y jóvenes de grupos de referencia han celebrado encuentros diurnos. El acento de las reflexiones ha estado centrado en los materiales propuestos y elaborados para la ocasión por la Diócesis de “ser comunidades acogedoras respondiendo a la encíclica del Papa, `Fratelli tutti´”. En el caso de la Unidad Pastoral de Sestao, por ejemplo, se realizó “el rito de acogida a la comunidad” de una joven nigeriana, que buscando una oportunidad para vivir ha llegado al municipio y quiere ser bautizada.