Elordui dice que esta situación no nos afecta a todos por igual “vivimos una gran diversidad y complejidad de realidades concretas en cada hogar, incluso en cada persona y el impacto depende de muchos factores”. La tristeza y el dolor de la pérdida de personas queridas fallecidas, por ejemplo, es también la tristeza que más nos acompaña, la salud amenazada, la distancia social, la pérdida de empleo, una mayor precariedad y dificultades económicas graves, las condiciones de vida de nuestras casas, etc., no son iguales en todos los casos. Su intervención aqui
En Lagungo comparten la frustración y la tristeza por no poder acompañar como les gustaría a las personas compartimos debido a la dificultad del momento. “Estamos trabajando como podemos. Creemos que en general muchas familias se mantienen dentro de un equilibrio y aunque sea difícil nos da mucha fuerza. De esa manera también constatamos que no estamos solos”.
En Lagungo tienen su primera mirada puesta en los últimos, en las personas en riesgo de exclusión social, en el que todo se agrava, las personas que se encuentran en este momento en una situación de mayor vulnerabilidad y fragilidad de la que todos podemos formar parte en cualquier momento de la vida. “Constatamos especialmente las dificultades emocionales y relacionales porque tenemos familias viviendo una habitación y compartiendo piso. Esto no es algo nuevo, pero hoy se agrava la situación sin saber cómo van a poder gestionar su situación económica y su proyecto de vida. Estamos acompañando también a personas en duelo complicado, porque ha perdido a seres queridos por el coronavirus, sin poderse despedir, personas que antes atendíamos y han caído enfermas, además de las pérdidas de trabajo, el estrés que eso genera, la angustia».