Este báculo se encontró en la catedral de Santa María de Altahira, que fue saqueada e incendiada por el Estado Islámico. Como se puede apreciar en las imágenes que acompañan estas líneas, solo queda la parte superior, que es de metal; el resto, de madera, ha desaparecido.
Los responsables de las parroquias de El Corpus Christi y San Fernando, de Bilbao explican que este báculo quiere ser un símbolo de los cristianos perseguidos en Irak y en tantos países, “el cristianismo es la religión más perseguida del mundo. Tendremos en cuenta a estos cristianos que viven su fe en medio de grandes dificultades y les apoyaremos económicamente para reconstruir los templos saqueados y destruidos por el grupo islamista radical”.
La colecta que se realice en esas Eucaristías irá destinada a “Ayuda a la Iglesia Necesitada”.
Informe de Libertad Religiosa en el Mundo
Esta misma semana, la Fundación Pontificia ha dado a conocer el informe relativo al 2021, en el que se señala que «el 67% de la población vive en países donde se perpetran graves ataques a este derecho fundamental». Señalan en el estudio que la situación del continente africano empeora con preocupación por un incremento de la persecución.