El obispo en su homilía se refirió a la figura de Santa María Josefa y D. Mariano José de Ibarguengoitia, “corazones transparentes, capaces de ser inspirados y movidos por el Espíritu Santo” y sus sucesoras las Siervas de Jesús “instrumentos muy fieles que se han dejado mover por el don del Espíritu Santo para abrir este carisma tan necesario en la Iglesia. En estos tiempos –dijo- habría que recordar la inmensa labor de las Siervas de Jesús y de la propia santa en la pandemia de cólera que asoló Bilbao en la segunda mitad del siglo IXX. El Señor en cada momento suscita su obra, suscita a las personas que lleven adelante su obra y así corona sus méritos”.
En referencia a las lecturas de la liturgia del día, Mons. Iceta aludió al amor “si no tengo amor no soy nada” y a la capacidad de persuadir con el discurso “que sin amor no sirve. Es como un metal que tintinea, nos dice san Pablo. Podría tener todos los conocimientos del universo, todo el saber, `si no tengo amor no soy nada’. El conocimiento sólo, si no mueve al amor ‘no soy nada’, podría tener fe para mover montañas, pero ‘si no tengo amor no soy nada’. El amor –dijo-, se juega en lo concreto, en las acciones cotidianas, en cada minuto, en lo que yo ahora mismo estoy por entregar la vida y en lo que he entregado la vida en el día de hoy. Es –añadió Mons. Iceta- de lo que teníamos que examinarnos por la noche ¿hoy he entregado mi vida, me he dado a los demás con gestos concretos? Reconocer el pecado es reconocer que no he estado a la altura, que no me he entregado a esta llamada a la santidad”.
Antes de finalizar la celebración se comunicó que con motivo de este Año Jubilar, el Papa Francisco ha concedido a la Congregación indulgencia plenaria, bajo las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) para quienes asistieron ayer a la celebración y para quienes visiten desde el 25 de julio de 2020 al 25 de julio de 2021 una de las iglesias de la congregación, así como las parroquias que la tienen por titular. Celebración completa en este enlace
Santa María Josefa del Corazón de Jesús
Fundó la Congregación en 1871 con el apoyo de D. Mariano José de Ibargüengoitia. Hoy las Siervas de Jesús, los Hnos. Siervos de Jesús y el Laicado, continúan la misión y el carisma por ella fundado de “Amor y Sacrificio”, dedicadas las personas enfermas, ancianas, a los niños y niñas y a las personas más necesitadas de nuestra sociedad. La obra está presente en 17 países de Europa, América, Asía y África. En Bilbao, en el barrio de Miribilla, en 2008, se inauguró un templo bajo la advocación de Santa María Josefa del Corazón de Jesús.
Martina Espinal, Madre General de la orden “Este año jubilar es para las Siervas de Jesús tiempo de gracia y bendición”
Días antes del inicio del Año Jubilar, Espinal concedió una entrevista a esta web que podemos leer completa: aquí