Bajo el lema “Estar en fraternidad unidos con Cristo”, los religiosos amigonianos están reflexionando desde ayer sobre la misión que la Congregación lleva a cabo a través de sus colegios, centros, proyectos, parroquias y comunidades. La orden acompaña y acoge a menores en situación de vulnerabilidad y sus familias. Estos días profundizarán también en la identidad amigoniana, “siempre abiertos a los niños y jóvenes que necesitan ayuda, acogida y acompañamiento”.
En el Capítulo participan 22 religiosos. En la actualidad hay comunidades en España, Alemania, Costa de Marfil y Benín.
Los amigonianos en Bizkaia
En nuestra Diócesis los amigonianos se instalaron en Bizkaia el año 1951, en el `Hogar el Saltillo´, en Portugalete. La comunidad de religiosos está compuesta por cuatro personas, pero cuentan con la colaboración de laicado para llevar a cabo sus proyectos. Son siete los programas de la Diputación Foral de BIzkaia que acompañan los amigonianos. Atienden dos residencias para niños y adolescentes con desestructuración familiar, tienen un programa específico para casos de hijos que agreden física y psicológicamente a sus padres ubicado en Mungia. Acompañan también un programa en Berango dirigido a adolescentes que han sido adoptados y tienen problemas de vínculo. Llevan a cabo otros proyectos para jóvenes con problemas de conducta y atienden también a menores extranjeros no acompañados.
Nuevos perfiles de personas atendidas
La violencia ejercida por los hijos a sus padres es una realidad que se está haciendo cada vez más presente en la sociedad y a la que atienden las instituciones con la ayuda de órdenes como la de los amigonianos. El tema de los jóvenes que han sido adoptados y que comienzan a mostrar conductas problemáticas en la adolescencia es otra de las cuestiones que se está revelando últimamente y en la que están ocupados en un centro pionero en el Estado, como es el de Berango. Los menores extranjeros no acompañados son otra realidad que ocupa y preocupa a los religiosos. Son diversas las situaciones que atienden los amigonianos, y que consideran «que como sociedad debemos dar respuesta, porque es una manera de que se integren y respondan de una forma positiva».