La mayoría de los centros han estado preparados para la nueva situación que se ha vivido durante el confinamiento, ya que “en gran medida” estaban digitalizados. A partir de 3º de primaria disponían de dispositivos terminales para poder trabajar online. También había una manera de comunicarse con las familias por medio de plataformas digitales. “Por lo tanto, de alguna manera, estábamos listos”, señala Nerea Begoña para añadir que quiere agradecer el esfuerzo que han realizado las madres y padres por hacer un poco de “maisus y andereños de sus hijos en casa y compatibilizar el teletrabajo con las actividades que hemos propuesto desde casa”.
El 71% del alumnado en Otxarkoaga, sin ordenador
Otxarkoaga es un centro diferente, que trabaja con los colectivos más desfavorecidos, con inmigrantes. Por lo tanto, “lo primero que hicimos aquí, al igual que en otros centros” fue detectar las necesidades que había por parte del alumnado tanto de internet como de dispositivos móviles. “No solamente hemos atendido a la parte académica sino la emocional. Es decir, hemos querido saber cómo se encuentran”. En el centro de Otxarkoaga se dieron cuenta de que el 71% del alumnado no tenía ordenador ni dispositivos móviles para poder enviar sus trabajos. “Recurrimos a buscar en los mismos centros ordenadores y la red ha sido muy generosa. Por otra parte, el departamento de educación nos concedió unas tarjetas y algunos servicios de telefonía nos han proveído también de conexiones”. Hay que tener en cuenta que mucha parte del alumnado son MENAS y que conviven con otros, “muchas veces la manera de ayudar de los profesores no es la académica solo sino también la de acompañar en su proceso personal”.