Moreno se sitúa “con ilusión” ante esta nueva encomienda. “Con motivación desde el reconocimiento al trabajo hecho. Creo que hay una labor realizada muy potente y con mucho compromiso, por parte de Belén y el equipo y todas las personas voluntarias. Un trabajo a veces muy silencioso y poco reconocido. Muy de sembrar, pero creo que es apasionante para esta Iglesia en el contexto social y eclesial en el que estamos. El poder incorporarme a esta delegación es para mí como un regalo”.
El nuevo delegado de Caridad y Justicia explica que hace ocho años se inició el trabajo conjunto con un grupo de entidades de Iglesia y que se está trabajando en ámbitos conjuntos. “En este sentido –dice- también hay un campo de construcción para la sensibilización, coordinación otros agentes… seguir sumando. He participado en el Consejo Pastoral Diocesano y eso me ha aportado una mirada más general de la Iglesia de Bizkaia. Por lo tanto, hay algunos retos que hay que seguir abordando para despertar el compromiso en la comunidad cristiana. Espero aportar y aprender».