En la feria Steam Azoka se han dado cita cientos de escolares de los 16 centros educativos diocesanos. Han presentado varios proyectos. Coches eléctricos, robots, mineralogía, realidad virtual, energías alternativas. Algunos alumnos del centro anfitrión, Avellaneda Ikastetxea, han ofrecido la bienvenida con unos bertsos.
Además, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz y el obispo de Bilbao han recorrido algunos de los stands y se han interesado en torno a algunos de los proyectos presentados.
Intervención del obispo
El obispo ha puesto en valor la feria y el impulso a las vocaciones, sobre todo entre las chicas, ya que «aún tenemos una deuda con las mujeres científicas». Ha puesto el ejemplo de Jocelyn Bell Burnell, la astrofísica que codescubrió la primera radioseñal de un púlsar siendo estudiante. Sus profesores recibieron el Nobel de Física y Bell no.
«Hoy en día, las circunstancias han cambiado – ha proseguido- pero en este mundo de algoritmos todavía se dan sesgos por sexo y raza, porque detrás hay en su gran mayoría, hombres de raza blanca».
Por último, el prelado ha destacado en su comparecencia que este mundo no solo necesita profesionales técnicamente preparados «sino personas que crean en sí mismas y en las que les rodean. Pero además, se necesitan personas ilusionadas con ellas mismas y con lo que hacen«.
Participación de otras diócesis
Han asistido alrededor de 40 responsables de colegios de una veintena de diócesis del estado. Les han acompañado también algunos representantes de la Conferencia Episcopal Española.
El obispo de Lugo, Mons. Alfonso Carrasco, presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, ha puesto en valor este tipo de encuentros «para compartir buenas prácticas entre los centros educativos diocesanos«.
Del mismo modo, Raquel Pérez San Juan, directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura, ha subrayado que el servicio que ofrecen los centros diocesanos es «una riqueza» que suma a la sociedad.
