La iniciativa surgió hace siete años, dentro de la comunidad latinoamericana que buscaba un espacio para poder encontrarse, compartir, celebrar y vivir la experiencia de comunidad cristiana, en torno a la Eucaristía. Es un tipo de celebración eminentemente festiva y participativa donde tiene un papel muy importante la colaboración activa de la comunidad, la diversidad de ministerios litúrgicos (acogida, palabra, canto), la música instrumental y vocal, los diversos modos expresivos de celebración (palabra, símbolos, danza), la religiosidad y costumbres populares que ponen de manifiesto la multietnicidad y pluriculturalidad de los pueblos latinoamericanos. “Además de facilitar la expresión de fe, aspira a ser momento de encuentro y plataforma de acompañamiento en la vida y en la fe de las personas inmigrantes para su integración en la sociedad y en la comunidad eclesial”, comenta Johnny Vargas, del equipo de liturgia de la Misa Latinoamericana. De ahí se deduce que los destinatarios de dicha Eucaristía no son las personas venidas de otras tierras sino la comunidad de fe en general a la que se posibilita una liturgia más plural y otro modo de celebrar la fe.
La Misa Latinoamericana tiene un antes, que básicamente consiste en su preparación; sobre todo en las actividades necesarias que harán posible la celebración religiosa. En ellas se implican las personas que junto con los miembros de la comisión organizadora, forman el grupo de preparación de la liturgia. Se encarga de poner en marcha toda la organización, realización y revisión de la actividad. Se reúne de forma regular diez días antes de la celebración. Lo componen personas de distintas nacionalidades. Lo hacen por iniciativa propia aunque varios pertenecen a diversas agrupaciones interculturales (Txokolatino, Pangea, Caritas). Hay un responsable-coordinador del grupo que organiza las actividades. Al ser la frecuencia mensual, en su preparación se trataría de recoger varias finalidades: el tiempo litúrgico que se celebra, las diversas campañas eclesiales del mes, alguna costumbre o práctica popular de los países de origen o de la cultura de aquí.
Tras la misa, hay un momento de convivencia, donde los asistentes comparten la vida, preocupaciones, actividades, informaciones de diversa índole, acompañados de bocadillos. Este espacio es organizado por el grupo Txokolatino. Según comenta Vargas, “Es muy importante este momento, porque de aquí surgen multitud de iniciativas que llevan a compartir de modo fraterno otro tipo de actividades, espacios y tiempos que enriquecen sus vidas y promueven la integración social y eclesial” y concluye invitando a todos “a participar de este momento de convivencia e integración junto a la comunidad cristiana”.
09.10.2009
Misa Latinoamericana en Bilbao
El domingo 25 de octubre, se celebrará la segunda misa Latinoamericana de este curso, en la parroquia de San Francisco Javier de Bilbao. Desde hace cuatro años, la Unidad Pastoral Abando-Albia ha asumido el compromiso de hacer posible dicha Eucaristía como un valor al que hay que apoyar y fomentar. Consiste en la celebración de la Misa con modos, formas, ritmos y tiempo más adecuados a las costumbres de las personas provenentes de Latinoamérica, de países como Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Nicaragua, Paraguay, México y, también, del País Vasco y se celebra el último domingo de cada mes, a la cinco y media de la tarde en la mencionada parroquia.