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08.04.2020

Misioneros y misioneras de Bizkaia viven las consecuencias de Covid-19 en diferentes países

Desde la delegación de Misiones de la Diócesis de Bilbao se mantienen en comunicación con los misioneros y misioneras de Bizkaia que están trabajando en diferentes zonas del mundo. Afortunadamente se encuentran bien, aunque son conscientes de que esta situación tendrá unas dramáticas consecuencias en el Sur. Varios de ellos transmiten su testimonio desde Ecuador, Bolivia y Kenia:

Ecuador 

Iraide Donaire Hidalgo, misionera laica de Durango, nos envía una reflexión sobre cómo ha vivido la Cuaresma en este momento “en el que hemos tenido que parar”. Escribe desde Coca, en la Amazonia Ecuatoriana, en el Vicariato Apostólico de Aguarico. “A pesar de esta situación mundial que hay, -dice estar agradecida- de estar aquí y de lo que se me brinda. Igual el mundo o cada cual necesitaba parar y ver qué estamos haciendo en esta tierra por las personas, la vida y la Pachamama (Madre Tierra) que nos ha sido regalada.”  

Iraide reflexiona sobre este momento “Aun queriéndolo o no”, asume que es una situación que nos ha llegado, “o se ha provocado que llegue, en una época para las personas cristianas muy especial e importante. Estamos preparándonos para comprometernos y dar la vida más aún por el mundo, es decir, darnos a los demás con amor y sin medida. Amando la diversidad que hay en el mundo, sin dejar de lado a nadie». 

“Las personas que viven al día ya notan la pobreza extrema de no tener qué comer” 

Donaire afirma que, en estos días tristes y duros por el impacto negativo de la pandemia, que está matando y haciendo enfermar a mucha gente, “las personas que viven al día ya notan la pobreza extrema en la falta de no tener qué comer, por lo que puede ser un buen tiempo de reflexionar y meditar como Iglesia (las personas) que somos: ¿qué estamos haciendo por cuidar el mundo?”. Sobre la situación, Iraide nos cuenta que allí la gente intenta seguir las instrucciones de quedarse en casa, pero sufriendo las consecuencias de no poder salir a vender, por lo que no hay comida para llevar a la casa. «El municipio de Coca está repartiendo alimentos básicos y el equipo misionero del vicariato de Aguarico está apoyando para que esa ayuda pueda llegar a todas las personas más necesitadas, pero ahora –dice- estamos en la emergencia, y hay que responder, pero luego vendrán las consecuencias reales que todo esto va a traer”. 

Los presbíteros Juan Mari Bautista y Paulino Ordax también se encuentran bien. Bautista explica que sigue confinado «no me dejan regresar a la parroquia, aunque gracias a estos medios técnicos estoy en plena conexión con la parroquia, haciendo la entrega de alimentos y ayuda en enterramiento de finados. No obstante, gracias a Dios y a que la población es joven, no hay contagiados declarados. ¿Cuantos latentes habrá? El mayor virus por esta zona es la pobreza. El paro es el peor virus para los que viven al día. Aquí es el 95 por ciento. Los pobres no respetan el toque de queda que se inicia a las 2 de la tarde. Para muchos, es muy temprano. Sobre todo, si no han resuelto el arroz de cada día». Paulino Ordax también se encuentra bien y explica que desde Pastoral Social están haciendo una recogida «de alimentos y plata». Ordax tiene esperanza «de que la gente que tiene ahorros pueda poner algo para los muchos que viven al día y ya no lo tienen». 

Bolivia 

También desde El Alto, en Bolivia, Nieves González, miembro de la comunidad Adsis a la que también pertenecen el presbítero Alfonso López Villamor, y el laico Josu Saratxaga (ambos vizcaínos), cuenta cómo lo están viviendo en esa zona del país. La comunidad sigue de cerca las noticias que llegan desde aquí, y lamentablemente, la semana pasada recibían la noticia del fallecimiento casi repentino del padre de una persona de la comunidad. “Es muy doloroso estar en la distancia en estos momentos y no poder acudir por el cierre de fronteras…” comentaba. 

“La cuarentena en muchos sectores del país se vive con dificultad. Más del 80% de la población vive de trabajos informales relacionados con la venta en la calle, venta de cualquier cosa. Y si no pueden salir a vender (sólo de 6:00 a 12:00 de la mañana y sólo alimentos), no tienen plata para comprar alimentos. En nuestro sector, es normal escuchar las sirenas de la policía pasadas esas horas, o por la tarde, obligando a las personas a cerrar sus puestos de venta e irse a la casa”. También han visto algunas actitudes insolidarias derivadas del miedo y de la falta de conocimiento real de la propagación del virus, a pesar de las múltiples campañas que se realizan en todos los medios. Destaca que “La Iglesia se ha unido a estas campañas preventivas, además de otras iniciativas pastorales por redes sociales: eucaristías, celebraciones, catequesis cuaresmales, oraciones, etc,. “a pesar de todo, la confianza en Dios se mantiene” .

Kenia 

La joven de Elorrio Jaione López, marchó a Kenia a primeros de marzo, para realizar su Trabajo de Fin Grado (TFG), con las religiosas ecuatorianas, (las hermanas Marianitas) que trabajan en Kaikor, al norte del país. Esta opción de Jaione, no es sólo académica, sino que parte de su opción por los empobrecidos vivida en su parroquia de Elorrio y de su formación Norte Sur y experiencia durante el verano de 2018 en Kaikor junto a las hermanas. Enviada desde su Unidad pastoral y Misiones, Jaione está viviendo estos días cuidándose mucho. Nos cuenta que están haciendo la cuarentena como prevención, que han tenido que cerrar las escuelas pero que siguen al pie del cañón haciendo lo que pueden y preparándose para lo que vendrá después, con la confianza puesta en Dios de los empobrecidos. 

Desde Etiopía, Ramón Díaz Guardamino, nos comunica que se encuentra bien. Esperamos recibir también más noticias desde Perú, de Josetxu Villacorta.

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Misioneros y misioneras de 5 países trabajando juntos en Kaikor. La segunda es Jaione López y a su izquierda Consuelo Pillajo, religiosa marianita