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Bizkeliza 5 Misiones 5 Misiones Diocesanas mantiene en marcha varios proyectos de emergencia por la Covid 19 (II)
23.06.2020
El Alto (Bolivia) y Sao Paulo (Brasil)

Misiones Diocesanas mantiene en marcha varios proyectos de emergencia por la Covid 19 (II)

Ofrecemos un segundo capítulo con información que nos va llegando desde diferentes partes del mundo, donde la labor misionera sigue dando sus frutos a través del gran trabajo realizado. El sábado nos trasladábamos hasta Ecuador y Perú, hoy lo hacemos a El Alto, Bolivia y a Sao Paulo, en Brasil, desde donde nos llegan algunos testimonios (Más información: www.misioak.org) Información campaña de emergencia Covid19: aquí

Los datos que nos llegan de Bolivia lo hacen a través de la información de miembros de la comunidad Adsis que desarrollan allí su trabajo y describen la situación actual como preocupante “El crecimiento de contagios es alarmante –dicen-aunque las medidas de cuarentena se tomaron rápidamente, incluso antes que en España, la curva no se aplana y vamos a tardar bastante en salir de esto. Al principio no había muchos casos. A partir de la segunda semana el crecimiento fue rápido en Santa Cruz, y después en la selva. En ésta la situación fue grave porque el sistema de salud es aún más precario que en el resto del país. En el altiplano tardó todavía más por varias razones: la radiación ultravioleta, la capacidad pulmonar de la población, la menor cantidad de proteínas a las que se pega el virus… Pero en las últimas semanas se ha incrementado el número de contagios, duplicándose en los últimos quince días. De todas formas, en El Alto hay 423 infectados y 18 muertos para un millón de habitantes. Incluso en Bolivia el índice de contagiados es la cuarta parte que en España y el de muertos muchísimo menor”.

Como factores que agravan el panorama y que no facilitan la solución destacan la poca disciplina por parte de la población “filas en los bancos, aglomeraciones en las ferias, transporte…”, además –dicen- “Una parte importante de la gente, especialmente por aquí, no se creen lo de la pandemia; piensan que es un invento. Personalmente creo que es una creencia alimentada por el MAS. Incluso llega a sectores con cierto nivel de educación”, por otro lado, la coyuntura política es preocupante. “El MAS y el gobierno no dejan de echar gasolina. Estamos en ciernes de unas elecciones (6 de septiembre) acordadas por casi todos los partidos, pero la presidenta está intentando tumbárselas. Se han cometido bastantes hechos de corrupción y se complica la relación entre las diferentes administraciones: gobierno central, departamentos y municipios”. También el MAS ha promovido manifestaciones, ataques a brigadas médicas, periodistas… Y otro factor es el de la falta de recursos de la población. “Con la informalidad en los trabajos y tras 3 meses de cuarentena, la mayoría seguirá saliendo”.

Describen una situación de incertidumbre y explican que colaboran en la distribución de canastas de alimentos. Dicen que en la parroquia todo está parado. “A veces se incorporan por internet jóvenes o la comunidad de Perú a algunas celebraciones de casa; también gente que tiene intenciones por difuntos”, pero allí el acceso a internet es complicado. “Hemos abierto Utasa a los monitores del Centro Juvenil para que puedan hacer sus trabajos de universidad”.

Sao Paulo

Desde Brasil, Ignacio Campo que fue misionero diocesano y lleva casi 60 años viviendo en Sao Paulo nos comenta que allí la gente, todavía hoy en sus casas, está viviendo el confinamiento “con una mezcla de sentimientos, a veces encontrados, paz y miedo, incertidumbre por el futuro personal y colectivo tanto a nivel sanitario como económico, pero tal vez más serenidad de la esperada, dolor por la enfermedad y muerte de algún ser querido o conocido y sentimiento de que el mundo va a despertarse más solidario y más consciente del papel del ser humano con respecto a la naturaleza y a la colectividad humana”.

Ignacio Campo fue a Brasil junto a su hermano Julio, también diocesano, en el año 1963. Hace 57 años. Años más tarde se secularizó y casó, pero siguió como responsable de Comunidades de Base y ayudando en celebraciones de la parroquia. A la pregunta de cómo se está viviendo esta pandemia del Covid 19, en Sao Paulo y en Brasil en general, Campo responde que se está percibiendo como peligrosa, “pero hay gente joven, y de todas las edades, que no se lo están tomando en serio, y sólo se mueven al ver aumentar las muertes, los entierros, las ambulancias, y helicópteros. Nosotros no lo sentimos tanto porque procuramos no salir de casa. Pero mucha gente, en su día a día lo está pasando muy mal; prácticamente viven al día y si no salen a la calle a vender sus mercancías no pueden vivir. Aquí no existen las coberturas sociales que hay en Europa, ni una capacidad sanitaria suficiente”.

En cuanto al futuro, Ignacio dice que en Brasil no se habla de cambios, “con suerte volver a lo de antes: deixar como está para ver cómo queda. Como veis, el gobierno imita a EEUU, pero el pueblo mira a Europa. Esto los que pueden mirar y pensar en el coronavirus; pero muchísima población de Brasil (que es mucho más que Sao Paulo, Rio, o Brasilia) sólo puede preocuparse de su pandemia diaria: sobrevivir y conseguir lo básico”.

Confía en que se saquen lecciones de todo esto y dice que los mandatarios políticos sólo se mueven por sus intereses económicos, “el pueblo sólo interesa en cuanto es sumiso y produce. Es fácil que tras esto se vuelva a la lucha por ser un país predominante a nivel mundial; una lucha entre EEUU y China. Aquí entra nuestra labor de cristianos. Pensemos en organizarnos en comunidades de Iglesia; hay bastante para reflexionar, hablar y andar”.

Información campaña Emergencia Covid 19: aquí

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