La propuesta de secundar las movilizaciones busca aunar la protesta con la ayuda humanitaria. Por un lado, solicitan al Obispado a asumir el coste de la huelga sin repercutirlo en sus empleados. Por otro, se pide a los trabajadores de entidades diocesanas que, de manera voluntaria, aporten la cantidad correspondiente a un fondo común para Tierra Santa, que se gestionará a través de Cáritas Internationalis.
“Queremos, en coherencia, sumar un Gesto de Solidaridad”, explican a través de un comunicado firmado por la Comisión de Paz y Reconciliación y Pastoral Obrera, en el que también se adhieren a las movilizaciones y al llamamiento del papa León XIV por “una paz desarmada y desarmante”.
Un fondo directo para Gaza
El dinero recaudado se destinará específicamente a “atender las necesidades en Tierra Santa”, con Gaza como destino prioritario. Para ello, se ha habilitado la cuenta ES44 3035 0019 9401 9001 5422 (Laboral Kutxa), indicando el concepto “GAZA”.
La iniciativa no solo respalda la movilización social del 15-O, sino que institucionaliza la objeción solidaria dentro de las estructuras diocesanas, animando a “personas vinculadas a organismos diocesanos” a sumarse.
El comunicado finaliza con un mensaje esperanzador, de la Bula Jubilar: “¿Es demasiado soñar que las armas callen?”