Pili Castro sumará esta labor a su responsabilidad en el Área de Mayores de Caritas Bizkaia. A partir de este próximo mes de septiembre se incorporará a las reuniones de la Junta Directiva de una de las sociedades europeas más numerosa y activa. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), cuenta con más de 2500 socios. Las personas mayores son la principal razón de ser de la SEGG. Apoyan y promueven el bienestar de las personas de edad avanzada. Castro ha sido nombrada Vocal de Gerontología en la nueva Junta Directiva. En esta entrevista desgrana sus reflexiones ante esta nueva responsabilidad.
¿Qué supone este nombramiento en tu vida profesional?
Hace muchos años decidí hacerme miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, y también de la vasca (Zahartzaroa), porque me parecía una forma de reivindicar y visibilizar la importancia del trabajo con mirada hacia el envejecimiento y las personas mayores junto con profesionales de otras muchas disciplinas. Cuando me propusieron participar en la junta directiva me sorprendí, pero pensé que era una oportunidad de aprendizaje, de compartir lo aprendido en los años de trabajo y de apoyar iniciativas que tratan de cambiar la mirada y la intervención hacia las personas de más edad, algo en lo que también nos empeñamos desde Cáritas. También lo vivo con vocación de servicio y como un reto personal y profesional que asumo con ilusión.
¿Qué labores nuevas implica?
Aún no las conozco con detalle, pues fui nombrada en el último congreso que se celebró en junio, pero sobre todo implica participar en las reuniones de la directiva, representar a la Sociedad en algunos foros (IMSERSO, observatorios…), animar la labor de los grupos de trabajo de la Sección de Gerontología y participar en el comité científico del congreso anual.
Las personas mayores y la soledad. Un tema que te ocupa y preocupa. ¿Por qué?
Cuando estudié Psicología descubrí que me atraía todo aquello que me ayudara a comprender la vida diaria, más que lo relacionado con la Psicopatología. Quizás porque el envejecimiento es una experiencia a la que nadie escapamos, y también por la relación tan especial que he tenido con las personas mayores de mi familia, mi interés por el tema fue creciendo.
En la misma línea, siempre he pensado mucho en las relaciones sociales; sabemos que además de imprescindibles, ya que somos seres interdependientes, son motor de muchos aspectos de nuestra vida, y que cuando fallan, cualquier circunstancia negativa resulta más dolorosa y complicada. Por eso es importante que las personas trabajemos nuestras relaciones durante toda la vida, porque no hay soledad solo en las personas mayores, pero son especialmente importantes en los momentos en los que podemos sentirnos vulnerables, frágiles… y hacerse mayor suele acrecentar esa sensación.
La soledad es más que estar solo ¿verdad?
Cierto. La soledad no es solo no tener quien te cuide o te ayude con tareas que te resultan complicadas. Es también sentir que no se tiene un lugar en el entorno, que no se es importante para otras personas, que no se sintoniza…
Los datos nos demuestran que el sentimiento de soledad tiene consecuencias muy negativas a nivel personal y también social. Esto es algo que ya adelantó Teresa de Calcuta cuando decía que “La más terrible pobreza es la soledad y el sentimiento de no ser amado”. En definitiva, pienso que comprender en profundidad la soledad de las personas mayores e intervenir para prevenirla y aliviarla es un asunto prioritario.
Buena suerte y buen trabajo en tu nueva encomienda Pili