Reyes Villanueva, tras su designación para este nuevo cargo, explica que “desde pequeña siempre he soñado con tener una gran familia y poder inculcar a mis hijos los valores con los que crecí y que han hecho de mí la persona que soy”. Trabajó durante 33 años en una consignataria de buques y formó una familia junto a su marido y sus 3 hijas. “Después de sentirme realizada como madre y siendo ya mis hijas mayores, -explica- me di cuenta de que podía ser de ayuda ya no solo a mi familia sino a personas fuera de mi entorno que pudiesen valorar y agradecer cualquier acción que yo pudiese realizar”.
Villanueva, añade que después de darle muchas vueltas a cómo podía aportar su granito de arena a la sociedad, dio con Manos Unidas. Lo que le llamó la atención e hizo que se decidiera por esta asociación de la Iglesia es que está compuesta, en su mayoría, por voluntariado, «pudiendo utilizar así casi todos sus recursos a proyectos que cambian la vida de las personas que más lo necesitan”.
Comenzó siendo voluntaria en 2016 y tras haber vivido experiencias como la del viaje a Rwanda “han hecho que cambie mi forma de ver la vida”. Ahora, cuando le han propuesto ser la nueva presidenta delegada de Manos Unidas de Bilbao, “acepté comprometiéndome a hacerlo lo mejor posible”.