El de Bizkaia fue, durante milenios «el mejor hierro del mundo«, hasta que más tarde se descubrió en América y en África.
Alberto Santana incide en la idea de que «nuestra edad del hierro no fue rica en instrumentos, en herramientas de hierro», porque no se podían procesar.
Las miles de personas que llegaban a Bizkaia a encontrar el `mineral rojo´, como la vena de sangre, se afanaron por hacerse con el mejor hierro del mundo. Tenía un 60% de riqueza metálica en el mineral. Bastaba un horno menor para convertirlo en lingotes, en herramientas o en armas. «Se disponía de bosques abundantes que crecen hasta el borde del mar y que proporcionaban combustible para los hornos, teníamos ríos cortos que proporcionaban la energía motriz para mover los mazos y los fuelles…». Sin embargo, se tardó en incorporarlo, hasta el s. XVI, señaló el ponente.
📌Alberto Santana historialariaren berbaldia. Bilboren lehengoa eta oraina @deusto
— Bilboko Elizbarrutia (@DiocesisBilbao) June 25, 2024
📌Bilbao se fundó el año 1300 para ser un mercado abierto. El casco viejo actual, el puente y san antón, en la peña blanca (Atxuri) pic.twitter.com/eSB1eNlhbh
Bilbao se fundó para ser un mercado abierto
Nació con sus siete calles y una muralla. Se construyó un puente para solventar las mareas altas y poder cruzarlo en carros. En la peña blanca, Atxuri, se realizó «un pequeño reforzamiento, que servía como anclaje para los amarres de las embarcaciones del tiempo».
Los templos, fueron el anclaje y «el norte de nuestra identidad«, porque la vida de la comunidad giraba siempre en torno a las iglesias.
Son algunas de las cuestiones sobre las que reflexionó Santana en la conferencia que ofreció a los responsables de patrimonio de unas 25 diócesis del estado.