Dos fueron los momentos centrales, explica su consiliario Manuel Heredia «el primero, Dios, rico en misericordia: con todas las criaturas, con su pueblo y con los pecadores. A continuación, las características clave de la conversión religiosa: cambio de dirección, transformación interna, proceso de respuesta a la iniciativa divina, el arrepentimiento, la fe y la constancia».

El de ayer fue otro momento de encuentro y confraternización de las personas jubiladas y mayores que aún tienen mucho tienen que aportar a nuestra Iglesia.
“Si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado” (1 Jn 1, 7).







