El cierre de la comunidad, con sede en la calle Kurutziaga, en la que residen 7 jesuitas y que irán a otros destinos se enmarca dentro del proceso de reestructuración de presencias que la Compañía de Jesús inició en 2014, con la integración de sus cinco provincias en una.
La permanencia de la Compañía en Durango data del año 1814, liderada por el colegio San José Jesuitak que proseguirá con su labor.
Por otra parte, el proyecto con personas migrantes sin recursos `Jesuiten Etxea´ tendrá una transición hacia otro modelo. “Ahora mismo la peculiaridad del mismo es que convivimos jesuitas y personas migrantes – detalla Cacho-. Sin embargo, tendrá continuidad en torno al colegio desde las comunidades más cercanas en colaboración con la Fundación Ellacuría y CVX”:
El superior señala también que analizarán la continuidad de otras colaboraciones como la que desarrollan con la Unidad Pastoral Tabira.