El obispo ha inaugurado el encuentro en el que ha habido representación de todas las Vicarías de Bizkaia. El prelado ha comenzado pidiendo “para nosotros y el conjunto de la comunidad diocesana, el Espíritu de Jesús. Pido –ha dicho- porque sin Espíritu, la sinodalidad es babel. Sin Espíritu las discrepancias en opiniones y propuestas se diluyen en el caos y el olvido. Este trabajo de discernimiento, el que ya hemos hecho y el que queremos hacer hoy, tiene como presupuesto compartido nuestra fe en el Espíritu, protagonista de la vida de la Iglesia, de sus diálogos y discernimientos, renunciando a la ilusión de que uno u otro puede o debe controlar los procesos, los resultados”.
La unidad debe prevalecer sobre el conflicto
El obispo también ha indicado, que la historia nos enseña que quedarnos quietos, paralizados por miedo o por cansancio nunca es bueno para la Iglesia, “pero también nos invita a seguir caminando en comunión con la gran Iglesia universal, convencidos de que los debates de ideas son necesarios, un cierto nivel de divergencias y confrontaciones es siempre inevitable, pero como nos dice el Papa, la unidad debe prevalecer sobre el conflicto”.
Ha concluido su intervención afirmando que la Iglesia es sinodal cuando funciona como sacramento de unidad en la diversidad, “una tensión que no resulta en disgregación, sino en milagro de fraternidad, que es respeto y colaboración entre quienes hablan y van a seguir hablando lenguas diferentes, pero, a pesar de todo, se quieren seguir entendiendo, de hecho, cuando se entienden y se aman”.
La jornada ha proseguido con la presentación del documento síntesis. Los participantes, individualmente y en grupo han podido reflexionar sobre dicho documento y aportar cuestiones que consideraban significativas. 10 personas de las comunidades de la Iglesia de Bizkaia han recogido la síntesis de los 10 bloques sobre los que se ha consultado.
Clausura
El vicario general, Kerman López, ha clausurado la jornada invitando a tomar conciencia «de que hemos de llevar noticia de este encuentro a otras personas. No olvidemos -ha dicho- transmitir agradecimiento por la dinámica sinodal iniciada y llevar aliento, porque hacemos Iglesia desde comunidades concretas, iniciativas comunitarias sostenidas por personas concretas, con el sabor de los distintos ambientes de nuestra Diócesis». Kerman ha invitado a recordar «a personas que conocéis y que han aportado su oración y su aliento a este caminar común. Reconozcamos la gracia de Dios moviendo al Papa Francisco para convocar este Sínodo como proceso para que caminemos juntos. Sí, demos gracias a Dios. Agradezcamos a esas 2.700 personas que han recogido el guante lanzado por el Papa y han contestado a la consulta desde Bizkaia».
El vicario general ha agradecido su presencia a las personas asistentes al acto «porque habéis hecho el esfuerzo de acudir en esta gélida mañana y seguís aportando» y a la Universidad de Deusto, que ha cedido gratuitamente el auditorio «para que el encuentro sea posible». También ha nombrado a las 11 personas que forman parte de la comisión técnica de esta fase del Sínodo «habéis recogido, contrastado y sintetizado las 120 páginas de respuestas, lo habéis hecho quitándoos tiempo de familia y de descanso y, además hoy, os habéis sometido al refrendo de la comunidad con ese voto de satisfacción, que iba al contenido pero también a los que habéis tenido que decidir «los cómos» y, además, vais a seguir trabajado para que todo lo respondido en Bizkaia sea accesible al que lo quiera ver y llegue al siguiente nivel de consulta».