En la República Democrática del Congo, cada familia tiene una media de diez hijos. Sólo pueden acudir a clase algunos, ya que los docentes están mal remunerados por el Gobierno y las mismas familias tienen que pagar un plus por los estudios de cada hijo. Como no disponen del dinero necesario, deben elegir. Escogen a los más aplicados y los demás se dedican a las labores del campo o, en el peor de los casos, a deambular por las calles.
Acudir a la escuela además del económico les supone un gran esfuerzo físico
Ciertamente, la mayoría de las familias comen una vez al día. Normalmente cuando llega el padre de trabajar, sobre las seis de la tarde. Por lo tanto, las niñas y los niños van en ayunas a clase. En algunos casos, además, deben ir caminando unos seis o siete kilómetros.
Ha impulsado la construcción de talleres, hospitales y centros para discapacitados en el Congo. ¿Qué mensaje quisiera transmitir a nuestros niños y niñas ante este Día?
Quisiera decirles que desde aquí también se puede ayudar. Necesitamos la colaboración de todos porque la infancia tiene un gran potencial misionero. Es importante que los mayores les enseñemos a compartir. Porque aquí vivimos en la sobre abundancia y un poco de lo nuestro es mucho para las grandes necesidades que hay en otros lugares del mundo. Les pediría que intentaran compartir con ellos el dinero que les sobra. La acción directa es que les tengan presentes en la oración y en la vida diaria cuando tiramos la comida que nos sobra o dejamos en el plato algo que no nos gusta. Que tengan en cuenta que allí sólo comen una vez al día.
Xabier Goicuria lleva una temporada, «más tiempo del que quisiera» en Bilbao pero, inevitablemente su pensamiento le lleva hacia África diariamente. Su mensaje, siempre en positivo, nos invita a vivir el Día de la Infancia Misionera compartiendo con los demás.
24.01.2014
“Un poco de lo nuestro supone mucho para los necesitados”
Mañana la Iglesia celebra la campaña dedicada a sensibilizar a los niños y niñas a abrir su mirada hacia otras culturas y otros pueblos. El Día pretende concienciar a la gente de que todas las personas del mundo formamos una familia. Otro de los objetivos es el de colaborar con las familias, catequistas y docentes en el despertar de la conciencia misionera universal en la infancia. Xabier Goicuria, conoce de primera mano la labor misionera con los más jóvenes, no en vano, lleva casi más de 50 años en el Congo trabajando por labrarles un futuro mejor. El sacerdote explica la situación en la que viven los niños y niñas en Panda.