En esta fecha tan señalada Fredy Martínez nos transmite su experiencia “Trabajé los últimos 20 años como responsable de la administración diocesana de Cáritas en la Diócesis de San Pedro Sula, en Honduras. Como abogado nunca me desvinculé del tema de los derechos humanos. Tras el asesinato de mi hermano y su mujer, en el momento del velatorio comenzó a acercarse gente desconocida amenazando a mi familia. En 20 días mal vendimos lo que en 20 años habíamos construido como matrimonio y salimos de allí. Metimos en una maleta de 23 kilos nuestra vida y nuestra historia. Llegamos a Sestao. Como refugiados, lo más duro de llevar es la soledad. Pero la parroquia vino a llenar este vacío desde el primer momento. Nos sentíamos acompañados en el templo, en las reuniones de Pastoral de la Salud o Liturgia. Mis hijos encontraron esa compañía en los grupos de jóvenes de la parroquia y en los eskautak. Por eso siento que la integración me ha ido costando menos que vivir el duelo. Si hay algo que hemos aprendido en este proceso es a vivir con esperanza. Que aún entre lágrimas, siempre hemos tenido esa luz que sale al fondo y a la que nos hemos aferrado. El rayo de luz, la esperanza nos mantiene”.
Día Mundial
La celebración del Día Mundial de la Eliminación de la Discriminación Racial se remonta a hace varias décadas El 21 de marzo de 1960 la policía abrió fuego en una manifestación pacífica contra las leyes del apartheid que se realizaba en Sharpeville, Sudáfrica. Asesinó a 69 personas. Seis años después, en 1966, la ONU proclamó el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que se celebra el 21 de marzo todos los años, pidiendo a los países y a la comunidad internacional que redoblen los esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial. En 1979, la Asamblea General de la ONU decidió que debería organizarse todos los años en todos los Estados, a partir del 21 de marzo, una Semana de Solidaridad con los pueblos que luchan contra el Racismo y la Discriminación Racial.