En esta ocasión se celebró un encuentro de carácter oracional, preparado por ambas comunidades. El delegado diocesano de ecumenismo, Miguel Ángel Esnaola, «ofreció claves y pistas para orar con el texto “Confiad y no temáis”, a partir del capitulo 27 de los Hechos de los Apóstoles«. Destacan desde la organización que “el canto, la danza contemplativa y los grupos pequeños fueron herramientas que posibilitaron distintas maneras de expresar la oración de una manera compartida”.
Con las manos enlazadas y el canto del “Gure Aita” concluyó la parte oracional. “Esta semilla –continúan-, plantada hace unos años, ha germinado en una planta humilde pero que aspira a seguir creciendo. En Pentecostés se seguirá regando, abonando y cuidando”.