Una de las principales novedades es que no habrá autobuses que puedan trasladar a los participantes hasta los pies del Santuario. Desde hace unos años, corría por cuenta de la Mancomunidad de Arratia y han decidido que el dinero en este concepto sea invertido en otras necesidades sociales. “Conscientes de que era el medio de transporte elegido, sobre todo por las personas mayores, más fieles a esta tradición, saben que puede retraer su asistencia, unido al propio temor a contagiarse”, informa Mª Carmen Valiente en el blog arratia.tk.
Otro inconveniente es el del aforo, que se ha visto limitado por la obligación de mantener el espacio prudencial entre personas. La zona del coro estará cerrada y previo a la celebración de mañana establecerán todas las medidas necesarias, para establecer como organizar la entrada y salida, donde colocar los hidrogeles para la desinfección de las manos, etc.
El hecho de no haber autobuses a los que la gente se apuntaba con antelación hace que el número de asistentes sea una incógnita, pero el éxito no se medirá por el número de asistentes, sino por la celebración en sí. En la Eucaristía, presidida por el párroco Mikel Azpeitia, se recordará a todas las personas que han fallecido o sufrido por la pandemia y se agradecerá la labor de quienes han estado en primera línea como las de las residencias, Cáritas o Cruz Roja.
Libro solidario
Por otra parte, desde las parroquias y Cáritas de Arratia se ha editado el libro “Horma bako parroquia” (Diario del confinamiento de la Iglesia de Arratia) cuyo beneficio irá destinado a las víctimas del coronavirus (precio 10 €). Más información: aquí.
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