¿Cómo son percibidas las nuevas vías de información y comunicación en nuestra diócesis?
En nuestra diócesis, en general y a día de hoy, las nuevas tecnologías están lejos de ser el medio de comunicación y de trabajo más usado, frente a otras alternativas más tradicionales como las comunicaciones por correo postal, la revista en papel o materiales pastorales que se dan “en persona”. No obstante, va habiendo un avance progresivo.
¿Qué están aportando?
Dicho de forma resumida, la mayor aportación es la agilidad en el acceso a contenidos de interés a través de las webs, tanto la del Obispado como otras que hay a nivel de parroquias, sectores o vicarías.
¿Con qué nuevas herramientas tecnológicas podemos contar para la tarea pastoral y evangelizadora?
Creo que la herramienta tecnológica que más impacto puede tener en territorios o parroquias, que es donde a fin de cuentas se lleva a cabo la actividad pastoral más “pura”, es la existencia de sistemas tecnológicos que permitan poner en marcha páginas web de forma muy rápida y sencilla. Una web es una ventana al mundo para darte a conocer, para proponer y para escuchar.
Además, estos sistemas pertenecen al mundo del llamado software libre, lo cual en sí mismo es la alternativa tecnológica más coherente con el mensaje del Evangelio, pues justo lo que pretende el software libre es compartir el conocimiento de una forma abierta y sin trabas.
¿Aprovechamos todas sus posibilidades en nuestra diócesis y parroquias?
Como indicaba antes, en general estamos aún lejos. Pero también hay que decir que existen casos notorios, como el de la Vicaría II (http://goienkarterriak.bizkeliza.org) que es a todas luces el ejemplo a seguir.
¿Qué dificultades percibes para un mayor uso?
La dificultad principal no es tecnológica sino de que haya personas activas en su uso. Por una parte, es una realidad objetiva que el grueso de nuestro público está fuera de la franja juvenil, que son quienes más al día se comunican con este tipo de herramientas. Por otra parte, ocurre que aunque en unas cuantas parroquias se han puesto páginas webs en marcha con ganas e ilusión, al depender su mantenimiento de una única persona, cuando ésta ha fallado la página web se queda anticuada. Por eso últimamente no recomendamos que cada parroquia se lo monte por su cuenta, sino que funcione más a nivel de unidad pastoral o incluso de vicaría. Se trata de reunir fuerzas escasas y dispersas para, juntos y juntas, sumar más.
Finalmente decir que quizás se echa de menos un impulso o demanda mayor de parte de los párrocos o consejos pastorales de las parroquias.
¿Qué está haciendo la diócesis para mejorar en este aspecto?
Desde el Obispado solemos hacer “rondas telefónicas” para animar a poner en marcha estas webs que comentamos. Ofrecemos todo tipo de facilidades para que nadie se quede sin su espacio digital, y que además no esté montado de cualquier forma.
¿Cómo convencer a nuestras comunidades de incorporar estas nuevas herramientas?
Pues supongo que es una cuestión de tiempo, ya que cada vez es más natural el uso de internet. Una buena forma para que lleguen más a las comunidades sería que los responsables de las mismas nos demanden este tipo de recursos, y a la vez motiven a que se usen.
¿Cual es el horizonte al que se aspira?
Una red “viva” de contenidos hecha con software libre.
