Más de 500 jóvenes participaron ayer en el encuentro de la «Luz de la Paz de Belén», en Bilbao.
El obispo, en su intervención, se refirió a lo que esta pasando en este momento en Tierra Santa «en como unos, -dijo- no porque sean peores que los otros, sino porque tienen muchísimo más armamento y poder, están en la batalla de destruir todo un pueblo.
La luz de Belén que no se puede imponer, que no resuelve los problemas a manotazos ni a cañonazos, pero que quiere ser fuerte, gracias a que mucha gente como nosotros cree en su poder para poner un poco de amor en este mundo y si no para resolver todos los problemas para hacer que al menos haya cariño, haya una sonrisa y una esperanza en todas las situaciones».
El obispo dio las gracias a quienes organizaban y a quienes participaban en el acto «Gracias por mantener esta tradición y por haberla elevado año tras año a donde está en este momento.
Gracias por ese pequeño pero importante esfuerzo simbólicamente de coger esta luz y llevarla a vuestros hogares y a vuestros ambientes».
Luz de la Paz de Belén: Belén-Ammán-Viena
El traslado de la Luz de la Paz de Belén, que tradicionalmente llega a Viena, -desde donde se distribuye a toda Europa– procedente de Tel Aviv, este año ha sido diferente.
Debido a los graves problemas que existen en la zona y dado que el tráfico aéreo desde Tel Aviv se encuentra severamente limitado, la luz fue recogida en Belén y trasladada a Jordania por el fotógrafo Valid Kamar «cuya familia ha sido parte de la Luz de la Paz desde sus inicios».
Kamar llevó la luz hasta la capital jordana, Ammán y desde allí se trasladó en un vuelo regular hasta Viena, para ser distribuida por toda Europa.