Los abuelos de Antonio Aranda emigraron a Marruecos por razones laborales. Allí nació, en el municipio de Tetuán. Casado y con dos hijos, vive en Elche desde 1964. Milita, junto con su esposa Carmen, en la HOAC, desde 1985. Ambos pertenecieron a las comunidades de Adsis. Confiera que fue mal estudiante y que se le atragantó la asignatura de química, por lo que no finalizó sus estudios y se quedó en primero de oficialía. Trabajó en diversos oficios: desde una tienda de ultramarinos, pasando por la construcción hasta en fábricas de calzado, tan abundantes en su tierra. Decidió opositar para el ayuntamiento de su pueblo y finalmente consiguió una plaza de notificador.
Un sindicalista vinculado a la Iglesia
Hombre de una gran inquietud social, ha militado en las Juventudes Libertarias; en la CNT y, en la actualidad, está vinculado a Comisiones Obreras. En el ámbito de la Iglesia sus inquietudes se han centrado en la pastoral juvenil y en pastoral obrera. Admite que una de las últimas sorpresas positivas que ha recibido y que “no esperaba” pero que “asume gratamente”, ha sido el nombramiento de director del Departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal.