Al son de «repara mi Iglesia», el grupo formado por 23 jóvenes de entre 16 y 18 años y 6 monitores y monitoras, se ha adentrado estos días, como Francisco, en el significado de esta llamada, haciéndola suya «y, descubriendo a los retos que nos llama en nuestras comunidades y grupos».
Le decimos que sí
«A dejarnos hacer instrumento de su paz como la oración de Francisco nos invita. Y nos dejamos empapar del testimonio de vida de Francisco».
San Francisco de Asís: «Empieza por hacer lo necesario, luego haz lo posible y de pronto estarás logrando lo imposible»
Han sido días llenos de oración, reflexión, de contemplación y de compartir la vida. «Donde también dos mujeres nos han marcado y su testimonio de vida ha marcado nuestra búsqueda y apertura a la llamada de Dios. Dos mujeres que dijeron que Si y que su Si y su vida entregada nos dejan huella y retos para el nuevo curso».
«Clara de Asís, -dicen- nos ha mostrado las claves para descubrir al Dios de Jesús y como el seguimiento trae consigo opciones de vida y renuncias».
“Mírate cada día en el espejo de la pobreza, la humildad y la caridad de Cristo, y observa en Él tu rostro» (Sta. Clara de Asís)
Y con las hermanas pasionistas en Signa recibieron el envío «para ser personas que creen en la capacidad de recuperación de la persona. La contemplación del crucificado, entregado totalmente por amor, el cariño y la acogida, la educación y la convivencia diaria tienen la fuerza constructiva necesaria para que la persona recupere su dignidad y sea una criatura nueva. De ella nos traemos dos retos para nuestros procesos de fe: Enseñar, prevenir y educar. Educar con amor y perseverancia».
«Una experiencia -concluye Esti Durán- que ha transformado nuestras vidas, que nos sitúa ante los retos de nuestra Iglesia hoy y que nos anima a ser jóvenes comprometidas por el anuncio de la buena noticia. En Asís el ‘ ven y sígueme’ ha resonado con fuerza y veracidad».