Con motivo del 75 aniversario del CF Somorrostro, el escultor santurtziarra Gorka Urreiztieta, ha inmortalizado la historia de la siderometalurgia de la zona minera y la del centro diocesano, en un árbol. Se trata de uno de los cedros del Líbano que plantó el marqués de Villarías hace más de 400 años en el campus.
El director del centro educativo, Javier Laiseca, en la presentación que ha tenido lugar hoy, ha señalado que «la escuela pone el cedro en manos de la ciudadanía, para que ésta lo haga suyo». Y es que el árbol está presente en muchas de las imágenes históricas del municipio. «En las primeras comuniones, bodas….la gente se sacaba las fotos aquí«, ha subrayado. El sacerdote Marcelo Gangoiti, fundador de la escuela, contaba que, el ejemplar «le inspiraba para seguir pensando en nuevos proyectos».
Nueva vida al árbol muerto
La transformación del tronco muerto del cedro ha sido un proceso arduo. El árbol de 13 metros de altura se ha convertido en una escultura de 9 metros que recoge varias figuras. El escultor comenzó la obra hace tres meses con el descorche del árbol, su limpieza y tratamiento. Motosierra en mano, comenzó a tallar las diferentes figuras que componen la escultura. Finalmente, se trató el ejemplar con un tratamiento contra los xilófagos y se le dio un barnizado al conjunto. Urreiztieta ha destacado que él tenía en mente varias de las imágenes del árbol y que otras, fueron saliendo según iba trabajando. No se sabe cuánta vida tendrá la nueva obra, pero está previsto que, en el peor de los casos, se puedan salvar las tallas.
Las tallas
En el árbol aparecen en su base, entre otros elementos, un ferrón con su horno, acompañado de cestos de mineral, una pala, un yunque y un fuelle. El primer nivel muestra un barrenador, una madre con un niño y una niña más pequeña asida a su ropa y una chica con un ordenador. El segundo nivel recoge un libro asido por unas manos, una careta de soldador con soplete y una polea con una cadena que baja al horno ferrón.