Esta comunidad, forma parte del Instituto de Siervas de María, Ministras de los Enfermos, institución religiosa católica, de derecho pontificio fundado por Santa María Soledad Torres Acosta, para la atención y cuidado de los enfermos. “Ella -explican desde la comunidad- llevó a la práctica el sueño del sacerdote Miguel Martínez que vio esta necesidad en el Madrid de la segunda mitad del siglo XIX, donde muchos enfermos afrontaban su enfermedad solos o en precarias condiciones, y cuando era impensable que mujeres y menos religiosas salieran solas y de noche a cuidar enfermos a sus domicilios”.
El carisma de estas religiosas se desarrolla en la atención “esmerada y gratuita” a los enfermos allí donde se encuentren, preferentemente a domicilio, sin distinción de raza, sexo, religión, enfermedad o condición social, teniendo solo en cuenta la mayor necesidad de los asistidos. Esta asistencia a los enfermos es en su mayor parte nocturna, pero también diurna, en hospitales, residencias de ancianos, clínicas, domicilios, etc.
A lo largo de su historia, su servicio asistencial se ha desarrollado no solo en las familias de Portugalete sino de las poblaciones cercanas en ambas márgenes de la ría, en clínicas y hospitales, algunos ya desaparecidos.
“La Providencia de Dios fue compañera de camino de Madre Soledad al igual que de la Congregación y de nosotras mismas. No exigimos remuneración ninguna por nuestros servicios, sí aceptamos agradecidas los donativos que en dinero, especias, etc. quieran ofrecemos las instituciones y las personas de bien, sean o no ayudados con nuestro servicio asistencial, y podemos decir que ha sido muy grande con nosotras. Dios se sirvió de la bondad y generosidad de los Portugalujos y de otros muchos bienhechores, gracias a ellos nunca nos faltó lo necesario para vivir dignamente. Siempre hemos tenido el apoyo y amparo de las instituciones y el cariño del pueblo”.