El obispo de Bilbao, en la homilía de la celebración de Viernes Santo ha señalado que «si intentamos que Jesús se adapte o se reduzca a lo que nos cabe en la cabeza, la muerte del Señor que celebramos hoy resulta incomprensible«.
Kristoren kurutzeko heriotzak gaur egun biktima errugabe askok jasaten diharduan kurutzea dakargu gogora, guztiontzako etorkizuna Jaunaren heriotza eta berbizkundean datzala ahaztu barik.
Joseba Segura ha proseguido su mensaje poniendo el acento en «uno de los temas más difíciles del mensaje cristiano: el sacrificio de Cristo en la Cruz«. Y siendo esta cuestión así, «la pasión y la muerte del Señor es piedra angular de todo el edificio de la fe».
📌Bariku Santuko elizkizuna
— Bilboko Elizbarrutia (@DiocesisBilbao) March 29, 2024
📌Viernes Santo pic.twitter.com/d98XRHevxp
«Los que decimos seguir a Cristo, tenemos que vivir como él» ha dicho para subrayar que «una de las mayores traiciones al Evangelio consiste en creer que por supuesta humildad, por deseo de ser cercanos, los creyentes hemos de mimetizarnos con el entorno, evitando cualquier contraste o conflicto donde podamos aparecer como soberbios o pretenciosos».
Situación de los cristianos en Tierra Santa
Para las personas creyentes la cruz es la perspectiva desde la que «leemos toda la historia de la humanidad«. A modo de ejemplo, se ha referido a la situación de Gaza y la de los cristianos de Tierra Santa, «que es inasumible sin la ayuda de la cruz».
En la reflexión, el obispo de Bilbao ha señalado algo que «pudiera parecer chocante», ya que ante la muerte lo que nos sale «es resistirnos» y buscar alguna explicación. Pero la cruz, «más que de nosotros, habla de lo que es y lo que no es Dios mismo».
Sarritan ez dogu ondo ulertzen kurutzean gertatzen dana, geure buruari begiratuz ‘irrakurri’ ohi dogu misterio hori.
La Cruz es «escándalo» ha manifestado porque no hay «explicación razonable y menos religiosa a lo que sucede». La cruz de Cristo «arroja el misterio de la trinidad«.
Pekatuak ezereztu egiten dau zuzentasun eta egian oinarritutako antolamenduaren amets oro.
Mención a un trapense asesinado
El prelado se ha referido al trapense Christian de Chergé, quien fue asesinado en Argelia a finales del siglo pasado. Anticipando su muerte en 1994, dejó una carta-testamento que su familia pudo abrir en su momento. En esa carta pidió a todos los que le amaron que recen para que «pueda ser digno del sacrificio que le toca asumir».
Ha leído el texto, en el que daba gracias a Dios por su vida «plenamente suya y mía» y también al que le asesinó probablemente sin saber lo que hacía, porque en él pudo ver el rostro de Dios.
Ha finalizado su homilía diciendo el motivo por el que somos atraídos por la cruz: » la esperanza de que un día también nosotros podamos ser para el mundo fuerza de perdón y reconciliación».