Han transcurrido 20 días desde que Alberto y Joaquín quedaron sepultados en el vertedero de Zaldibar y “ante este tipo de accidentes laborales no podemos, ni acostumbrarnos, ni culpar de ello a la `fatalidad´”, dicen en su nota “en el accidente del vertedero de Zaldibar se dan la mano una tragedia humana y otra ecológica, con un amplio abanico de víctimas, desde el resto de trabajadores del vertedero hasta la población de las localidades cercanas, que sienten en peligro su salud”.
En su mensaje Pastoral Obrera también se refiere a la Encíclica del Papa Francisco “LAUDATO SI”: «Nuestro planeta, nuestra casa común, no puede permitirse los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y la cultura del descarte en la vida de las personas”.
Ante estas situaciones, insisten en la centralidad de la dignidad de la persona “como referente fundamental de toda actividad económica, laboral o social. Tanto la sociedad, como las instituciones, no debemos escatimar esfuerzos económicos, profesionales y humanos para garantizar un trabajo sin víctimas”.
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