Desde la red EBI indican que, en primer lugar, cada familia, cada alumno o alumna deberá guiarse por las indicaciones de su tutor o tutora. Y que a continuación, es necesario mantener ciertos hábitos educativos -la lectura es primordial- y, en las familias, adoptar costumbres que ayuden a los niños y niñas a pensar y adquirir costumbres educativas. “De hecho, hay diferentes actividades, más o menos educativas que, en función de la edad, del niño o la niña, de su rendimiento o capacidad podrán ser muy útiles”.
EBI Elizbarrutiko Ikastetxeak aporta siete experiencias de aprendizaje muy provechosas para este verano.
1.- Lectura. Todos los expertos educativos coinciden en que la lectura debe ser una actividad fija también en verano. De 15 minutos a una hora, según las edades, de lectura es fundamental para que el cerebro mantenga una riqueza léxica y de comprensión.
2.- Cuadernos de verano. Solo recomendables si así lo ha aconsejado el tutor o profesor del alumno para reforzar. No son aconsejables sin una razón pedagógica. Del mismo modo, acudir a clases de refuerzo solo será útil si es por orientación psicopedagógica.
3.- Juegos didácticos. Hay infinidad de juegos didácticos entretenidos, del ajedrez a las cartas, para trabajar conceptos matemáticos, léxicos, de comprensión…
4.- Cultura. Visitar un museo, una biblioteca, una ciudad… Las vacaciones también pueden ser una experiencia de aprendizaje.
5.- Trabajos manuales, recetas de cocina, ejercicios de motricidad, desafíos de aprendizaje fomentan la creatividad y pueden ser también buenas actividades ¡Además de divertidas!
6.- La familia es, sin duda, la mayor fuente de aprendizaje durante las vacaciones. Cualquier actividad con la familia se convierte en una lección a aprender.
7.-Escuchar y hablar en un idioma extranjero cuando haya oportunidad. Tanto si hemos salido fuera como si tenemos contacto con extranjeros, es bueno hacer oído y practicar idiomas.