Euskadi cuenta, desde el pasado 2 de agosto, con un nuevo recurso dirigido a las personas privadas de libertad con enfermedades graves o incurables. Se trata del proyecto `Eusten´, un servicio de tránsito como paso previo al posterior acceso definitivo al sistema sociosanitario.
Hoy han presentado el recurso públicamente, Arantza Sáenz de Ugarte, nueva directora de Bidesari a partir de septiembre, y Elena Reifarth, coordinadora del proyecto. La prestación, pionera en Euskadi, nace de una colaboración público – privada entre el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco y la Asociación Bidesari, entidad del Tercer Sector Social.
Humanización y autonomía de las personas usuarias
EUSTEN contribuye a humanizar el trato que reciben las personas privadas de libertad afectadas por padecimientos incurables. De esta manera se facilita que en su última etapa vital pueda desarrollarse de la manera más digna y humana posible. Acoge a personas que, debiendo progresar a un tercer grado penitenciario, carecen de un respaldo social o familiar que pueda atender sus necesidades.
El acompañamiento a las dos personas que actualmente se encuentran en este recurso lo lleva cabo un equipo de profesionales polivalente. Desde Educadoras y Educadores Sociales, profesionales de Integración Social hasta especialistas en Atención Sociosanitaria. El equipo permanente cuenta también con apoyo de profesionales del ámbito Jurídico, la Psicología y Trabajo Social.
Carlos es una de las dos personas que atiende Bidesari en el nuevo recurso. Se encuentra muy contento y «alucinando» por el cambio que ha tenido en su vida. Ha pasado a vivir en un centro penitenciario, con una enfermedad incurable, a estar en un recurso en el que dispone de más autonomía y libertad.
Bidesari, 30 años en 2024
La Asociación Bidesari, es una entidad nacida de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Bilbao y que atiende desde hace casi 30 años las necesidades de la población penitenciaria en situación de exclusión, respondiendo a sus necesidades cambiantes y trabajando su educación e incorporación social. «La construcción de una sociedad más justa y el cuidado de las víctimas está en nuestra tarea y a ellas se dirige también nuestra intervención. Nuestra mirada recoge el enfoque de justicia restaurativa, la reparación de los daños causados y la asunción de sus responsabilidades al respecto«, ha señalado Arantza en su intervención.
En el último año, en torno a 350 personas han participado en los diferentes proyectos de Bidesari, el 90% de ellas han sido atendidas dentro de las prisiones de la Comunidad Autónoma Vasca. Casi 150 personas en situación de grave exclusión han contado con intervención psico-educativa semanal dentro de los centros penitenciarios y 37 mujeres privadas de libertad han sido acompañadas. Casi 50 personas han residido en los recursos residenciales de Bidesari.
Todos estos proyectos han sido llevados a cabo por un equipo de 20 profesionales y 36 personas voluntarias.