Desde el pasado 11 de mayo se pueden celebrar funerales y exequias en la Diócesis de Bilbao respetando siempre la normativa de aforo en cada fase y el resto de condiciones aplicables al culto público. Tal y como se señala en el decreto de reapertura de los templos al culto público publicado el pasado 6 de mayo “las situaciones eclesiales son muy diversas” y la implementación de las medidas se están “adaptando a los diferentes contextos”. En este sentido, las parroquias y Unidades Pastorales de las zonas urbanas y rurales están adecuándose a la situación en función de las capacidades que tienen para poner en práctica todas las medidas de seguridad necesarias.
En Bilbao, muchas parroquias comenzaron a celebrar misas y funerales el pasado 11 de mayo, primer día de la fase 1 de desescalada. Es el caso de la parroquia de El Carmen de Indautxu. El párroco, Mikel Martínez, señala que se han concertado fechas hasta junio para celebrar los funerales que se han ido atrasando. “Ayer mismo tuvimos dos funerales, uno en memoria de una persona que ha fallecido estos días y, el otro, uno de los que habían quedado pendientes”.
En Durangaldea y Arratia han reiniciado las celebraciones de los funerales esta semana y en Zalla tuvo lugar ayer el primero de la Unidad Pastoral porque así se decidió en el Consejo parroquial. El párroco, Francisco José Pinilla, señala que hoy mismo se reunirá el Consejo parroquial de Balmaseda para decidir cómo y cuándo proceder. “Hoy hemos comenzado a llamar a las familias para saber si prefieren celebrar estos días los funerales retrasados o dejarlos para cuando se pueda ocupar el aforo completo de las iglesias”, destaca.
En el caso de Gernikaldea, “la mayoría de los funerales que no se pudieron celebrar en su día se han pospuesto a julio”, dice el párroco Jesús Llarena. A partir de la semana que viene se reanudarán los funerales en memoria de los fallecidos estos días.
La mitad del aforo
En esta segunda fase de desescalada en la que los templos no pueden superar la mitad del aforo no ha habido problemas para acomodar a los fieles en los bancos “ya que todavía las personas mayores se quedan en casa”, explica el párroco de Indautxu, uno de los templos más céntricos de Bilbao. “Ayer, tuvimos dos funerales a la misma hora y vinieron unas 65 personas”.
José Mari Kortazar, párroco en Arratia destaca que es importante tomar medidas de protección “no sólo en el interior de los templos, sino también en los pórticos donde se concentra mucha gente en los funerales”. Ante esta situación común en los pueblos, han marcado algunos lugares con cintas. En otros casos han decidido cerrar directamente el paso “porque algunas cuadrillas de jóvenes se juntaban en grupos” sin guardar las distancias de seguridad.