El encuentro del cardenal Omella y los últimos ordenados en la Archidiócesis de Barcelona en Bizkaia, también ha estado acompañado por el rector del Seminario de Barcelona, Marcos Labori . El grupo, que esta mañana ha partido de vuelta a Barcelona, se ha alojado en la casa de espiritualidad de Begoña.
Durante la primera jornada se trasladaron a la Diócesis de San Sebastián, concretamente a Loiola, donde visitaron el santuario y celebraron la eucaristía en la capilla de la conversión.
Ya en Bizkaia, la delegación catalana ha visitado, entre otros enclaves, la catedral de Santiago, el museo Guggenheim, el estadio de san Mames y el Casco Viejo, en Bilbao y el Puente Colgante, en Portugalete. El miércoles por la tarde, el obispo diocesano, Mons. Joseba Segura, presidió la eucaristía en la catedral y participó con ellos en una cena-tertulia.
Bilbao, Gernika…
Ayer jueves comenzaron la jornada con una eucaristía en la basílica de Begoña, presidida por el cardenal Omella que agradeció la buena acogida recibida por parte de la Diócesis de Bilbao. La Eucaristía también sirvió como presentación del nuevo párroco del santuario y nuevo rector del Seminario diocesano: Ignacio Fernández y despedida del anterior rector, Aitor Uribelarrea. Ambos han acompañado al grupo catalán durante estos días. Tras la Eucaristía en Begoña, se trasladaron a Gernika, donde visitaron la Casa de Juntas, el Museo de la Paz y la parroquia de Andra Mari y donde, además, fueron recibidos por el alcalde de la localidad, José María Gorroño. Por la tarde realizaron un viaje en barco de Bermeo a Elantxobe para conocer la costa y estuvieron en Ibarrangelu, conociendo una de las joyas religiosas de Urdaibai, la Iglesia de San Andrés y su bóveda policromada, motivo por el que a San Andrés se le conoce también como “la capilla sixtina del arte vasco”. Además, visitaron el Bosque de Oma.
El cardenal Omella
Al finalizar la eucaristía de Begoña pudimos hablar unos momentos con Mons. Omella. «Estos encuentros-convivencia de los últimos ordenados de la archidiócesis de Barcelona -nos decía- se realizan desde tiempos de mi antecesor, el cardenal Martínez Sistach. Comenzaron como una manera de hacer fraternidad, de acompañamiento, de compartir la vida, las preocupaciones y de alguna manera también de descasar, pero descansar en fraternidad”. El presidente de la Conferencia Episcopal reconoce que como mejor se descansa es en familia y con los amigos… Señala que es positivo “crear esa fraternidad entre todo los sacerdotes jóvenes a los que les toca batallar mucho en estos primeros años”. El arzobispo les acompaña también “para poder compartir con ellos preocupaciones, gozo, alegrías y es una manera de crear también más familia entre todos”. Para Mons. Omella, este formato de encuentro también es una forma de que se conozcan un poco más entre ellos, aunque algunos han coincidido en el Seminario.
La Archidiócesis de Barcelona en la Rioja, Tours, Münster…
Desde que él está en Barcelona como arzobispo, el grupo de últimos ordenados ha visitado varios lugares. El primer año fueron a La Rioja, donde Mons. Omella había sido obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, entre 2004 y 2015, “es un sitio muy bonito”. El segundo año estuvieron en la archidiócesis de Tours, en Francia, conociendo, entre otras, la historia de San Martín de Tours “el soldado que compartió la capa”. Ahí él conocía al obispo, “porque fue compañero mío de estudios, cuando era joven y estuvimos visitando toda la Diócesis”.
En estas peregrinaciones se comparten muchas cosas “qué preocupaciones tienen y cómo trabajan en cada Diócesis”. El cardenal Omella señala que es muy positivo “porque así, de alguna manera, conocemos otras realidades y cómo enfocan el trabajo diocesano”.
El siguiente año estuvieron en Münster, ciudad del oeste de Alemania. Es conocida por la catedral de San Pablo, que data del siglo XIII y que combina arquitectura gótica y románica. “También conocía al obispo de allí y durante la estancia pudimos ver de primera mano cómo tienen organizada la actividad pastoral. También visitamos algunos de sus lugares más emblemáticos”
La pandemia
Luego llegó a pandemia “teníamos programado un viaje a Rabat, a Marruecos, con el cardenal arzobispo de allí, Mons. Cristóbal López Romero». Mons. Romero es nacido en Almería y también ha vivido en Badalona “yo le había ordenado obispo a él” –explica el cardenal Omella “Dijimos, pues vamos a conocer un mundo más diferente al nuestro, que es el mundo del islam y cómo la Iglesia está presente en este mundo”, pero llegó el confinamiento y con él, el parón de esta experiencia anual. “Después de la pandemia, pues vamos a Bilbao, porque Bilbao tiene muchísimas cosas que habéis hecho durante muchos años después del Concilio, que es bueno de ver cómo las mantenéis, cómo vivís la evangelización aquí en un mundo muy grande y también muy secularizado como es Cataluña. Cómo vivís la fe”.
Estos días en Bilbao también han mantenido un encuentro con el obispo y han estado todo el tiempo acompañados por algunos sacerdotes, seminaristas y diáconos de esta Diócesis que les han ido explicando las visitas y respondiendo a cuestiones que iban surgiendo. “La acogida ha sido muy cordial, sencilla, llana y sincera. Es un hermanamiento entre la Archidiócesis de Barcelona y la Diócesis de Bilbao para conocerse personas en procesos parecidos.»
«En los seminarios, cuando más abramos y podamos encontrarnos con más gente, mejor. Estamos en un mundo globalizado donde hay mucha comunicación inmediata pero no siempre hay escucha del otro. Estamos muy informados, pero poco en contacto. El Papa lo repite muchas veces. Es muy bueno poder contactar y poder ir creando esa fraternidad»
(Mons. Omella)