El logo del actual Plan Diocesano de Evangelización (VI PDE) está inspirado en un rosetón, una ventana circular calada con una tracería radial. Se utilizó ya en el románico, pero sería el gótico su etapa de esplendor, a partir del siglo XIII. Solían estar en los extremos de los brazos laterales y, especialmente, en la fachada de los pies, iluminando la nave central.
Simbología
Pero el rosetón no era sólo un elemento decorativo o una entrada de luz. Tenía una simbología. Era la representación de la Virgen María, por su forma que recordaba una rosa. Rosetón es un aumentativo de rosa; María es definida como una rosa mística. Sobre todo era un símbolo de Dios, como indicaba una frase de tiempos del gótico: Dios es luz. Una luz coloreada que crea un ambiente misterioso, que genera efectos lumínicos sobre columnas y altares. Una luz que obliga a recorrer todo el templo para percibir todas sus variaciones. Algo muy del gusto del espíritu gótico. Conceptuaba la iglesia como un espacio que había que descubrir poco a poco como forma de irse acercando a Dios.
No son muchos los rosetones conservados en Bizkaia. Más que góticos son neogóticos, de un estilo que se puso de moda en la segunda mitad del siglo XIX y que se inspiraba –copiaba más bien– en el gótico.
No es la primera ventana que iluminaba el templo desde esa fachada. Antes hubo una gran vidriera vertical (no un rosetón). Fue construida por 1400 pero que hacia 1650 fue “protegida” por un grandioso arco. El arrco lo diseñó el maestro cantero Martín Ibáñez de Zalbidea.
Pero a mediados del XIX aquella fachada y la poco esbelta torre no parecían muy elegantes a la burguesía bilbaína. Querían algo que correspondeira «al buen gusto de la culta población de Bilbao”. Así que se derribó todo y se levantó una nueva fachada.
Las obras se extendieron entre 1883 y 1891. El arquitecto fue Severino de Achúcarro. El rosetón fue diseñado siguiendo los modelos franceses entonces de moda. Los vidrios fueron realizados por Dagrant, una de las más importantes firmas del momento.
El resultado es un mosaico de vivos colores, sobre todo rojos y azules, que proyectan su luz al interior. En el centro una imagen de Santiago, el patrón del templo. Debajo del rosetón una hilera de vidrieras verticales: los apóstoles flanqueando a Jesús. Son invisibles desde el exterior, ocultas por la barandilla que remata la portada, pero pueden apreciarse desde dentro.